Autodidacta, apasionado, emprendedor. Esas son sólo algunas de las palabras que definen a Eduardo Arranz, el realizador tupungatino que, aunque nunca estudió cine, se convirtió en el narrador visual de la historia de su pueblo y hoy la Legislatura Provincial lo reconocerá con una distinción en su honor.
“La alegría me desborda, estoy muy feliz por este reconocimiento oficial. Siento que después de nueve años por fin se acordaron de mí”, dice el director y guionista que nunca había logrado una distinción provincial.
Son cinco las producciones que lo llevaron hasta este galardón: “Fue en Tupungato, nuestro cercano Oeste” (2008), “Árbol nuestro que están en los suelos” (2009), “El almacén vacío del Palermo” (2011), “Descubriendo a Tupungato “ (2012 a 2014) y “Los últimos gauchos” (2015). Todas películas realizadas en su afán de contar historias locales; pequeños relatos de gente común que, sumados, construyen parte de la historia grande mendocina.
Por eso, cuando analiza cada uno de estos proyectos, Arranz destaca que las temáticas que aborda en sus películas siempre buscan lo mismo: mostrar nuestra “mendocinidad” a través de historias que tienen como protagonistas a gauchos, aborígenes, inmigrantes y, especialmente, la gente de Tupungato.
Otro rasgo sobresaliente de sus films recae en que los actores son los propios habitantes de su pueblo. “Sé que no es lo mismo que ver a un actor con experiencia, pero hacerlo con ellos le añade una carga emotiva que no tiene el profesional. Y eso es lo que busco”.
A la hora de discutir sobre el cine mendocino, no duda en señalar que a las dificultades habituales se le suman otras propias de su situación. “La gente del pueblo no vive de la actuación, por eso debemos filmar los días domingos y feriados que son los que tenemos libres. Además, se deben concretar una serie de situaciones como la disponibilidad del equipo técnico -que viene de Mendoza-, que el tiempo acompañe y demás”.
Sin embargo, más allá de todos los contratiempos que puedan surgir, Arranz siempre ve el lado positivo. “Hacer una película es como tener un hijo: se sufre mucho en la realización, pero en el momento en que la obra está completa todo se vuelve reconfortante”.
Actualmente se encuentra en proceso de edición de su última película, “Aquellos pioneros de Tupungato”, proyecto que comenzó en 2010 y que por la situación económica y social actual no ha podido avanzar con la rapidez que él quisiera, cuenta.
Después de recibir la noticia de su reconocimiento, Eduardo Arranz aspira a seguir haciendo cine en su departamento. No le interesan las luces de Hollywood ni los grandes nombres del cine nacional. Su pasión se encuentra en contar la historia de su pueblo. Y claro, en seguir recibiendo la calidez y acompañamiento de la gente, motor y estímulo de todo su trabajo.
La ficha
Distinción al cineasta Eduardo Arranz
Día y hora: Hoy, a las 18.30.
Lugar: Salón de los Pasos Perdidos, Legislatura Provincial (Patricias Mendocinas y Peatonal Sarmiento).
