Nuestro Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) cumplirá el 75 aniversario de su creación en este año.
Esa fecha encontrará a la provincia con más de 200 villas y asentamientos donde residen 20.000 familiares en paupérrimas condiciones, según censo del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap).
La sociedad espera, en ese sentido, abordajes integrales a la difícil problemática habitacional que tenemos y que implica la existencia de esas áreas desposeídas de servicios e infraestructura básica.
No decimos que, con la propuesta, que vamos a comentar a renglón seguido, se vaya a solucionar el delicado problema de la inexistencia de techo propio de muchos mendocinos, pero sí podemos afirmar que es una aproximación interesante.
Nos referimos a la propuesta ideada por el Instituto de la Vivienda Social y Hábitat, de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) de la Universidad de Mendoza.
Se trata de un módulo de emergencia habitacional de 36 m2, que se puede ampliar al doble o a un cuarto, trasladable en camioneta y construible en 3 o 4 semanas. El costo de los materiales es de 530.000 pesos.
Se presenta dentro de una propuesta de arquitectura sustentable, cubiertas y orientación Oeste en medio de parras, y la totalidad del arbolado público serán árboles frutales, cuya producción dará pie a la formación de cooperativas para la comercialización de dulces, fruta en fresco, etc. En una palabra, son módulos inmersos en un gran parral.
No reemplaza a la vivienda tradicional, pero sí a la formada por palos, nylon y cartón en asentamientos. Para su puesta en marcha, se firmaron convenios con Rivadavia y Lavalle.
Como se ha expresado, los alumnos de la Facultad de Arquitectura (FAUD) van a colaborar en la construcción junto a los oficiales a cargo.
Esta iniciativa se presenta dentro de la gama de soluciones habitacionales de mayor accesibilidad para la mejora inmediata de las condiciones de vida de familias seriamente carenciadas en la actual pandemia de Covid-19, que así podrían disponer de espacios sanamente habitables.
Por ello es atendible la iniciativa del Instituto de Vivienda Social y Hábitat de la Universidad de Mendoza, al poner en marcha el diseño y construcción de los módulos de emergencia, situándolos en el acogedor espacio de parrales, árboles frutales y arbolado urbano.
El proyecto ha sido formulado con el objetivo académico de formación profesional de alumnos cursantes de la carrera de Arquitectura en su preparación -en las aulas y en el territorio colaborando con los pobladores- para contribuir a la solución sustentable de la problemática habitacional.
La Facultad destaca la formación de cooperativas entre los vecinos ocupantes de los módulos para la producción y comercialización de diversos productos alimenticios.
Esta propuesta académica ha recibido ya el apoyo de las municipalidades de Rivadavia y Lavalle mediante suscripción de convenios, departamentos en los que una importante parte de los hogares se asientan en terrenos que gozan de las condiciones ambientales propuestas para el emplazamiento de los módulos.
Es de esperar, con fundado optimismo, el apoyo de otros municipios, ONG y reparticiones provinciales a la iniciativa comentada.
