La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) ha reiterado la urgente necesidad de ejecutar reparaciones necesarias en las rutas nacionales 12 y 14, en el Litoral argentino, dos caminos de relevancia para el entramado productivo argentino.
Ambas vías de comunicación son claves para la conectividad logística y comercial de la región, especialmente como parte del corredor estratégico del Mercosur.
Los dirigentes gremial empresarios sostienen que el actual estado de deterioro constante genera no sólo un encarecimiento significativo de los costos de transporte y logística, sino también un aumento de incidentes viales con consecuencias fatales. Las rutas más nacionales 12 y 14, poseen números alarmantes de siniestros, por lo cual es indispensable que sean transitables y seguras, lo que conllevará un impacto positivo en el desarrollo productivo, turístico y social de las provincias comprendidas.
La situación que está planteando la CAME tiene que ver con la realidad de los caminos de la Mesopotamia argentina, pero bien podría extenderse el planteamiento a otras regiones del país, especialmente a la región de Cuyo y de manera determinada a Mendoza.
Justo es reconocer que el Gobierno provincial llamó a licitación para repavimentar el corredor productivo Este-Sur, es decir la ruta provincial 153, que va de Ñancuñán a Monte Comán, y de la ruta 171, que se extiende de Monte Comán a Real del Padre.
Por un valor de más de $20.000 millones, la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) llamó a licitación para la reconstrucción de Tramo II de la provincial 153 y de la provincial 171, las que conforman parte de corredor productivo bioceánico Este-Sur que conecta a la ruta nacional 7 con San Rafael, General Alvear y Malargüe hasta el Paso Internacional Pehuenche.
Pero, en Mendoza nos falta aún terminar concreciones muy importantes que llevarán tiempo de ejecución, como las mejoras en los accesos Sur y Este, además de la terminación de la variante Palmira-Agrelo para tráfico de carga, autopista de 36,5 km, que conectará la localidad de Palmira con el Acceso Sur de la ruta nacional 40.
Otras aspiraciones mendocinas son la puesta a punto del tramo de la ruta nacional 7, entre Agrelo y Las Cuevas, en muy mal estado general, y la doble vía Mendoza-San Juan.
Entre otras consecuencias críticas que menciona la Confederación de la Mediana Empresa por el mal estado de las calzadas de rodamiento, se destacan el incremento en los costos para el transporte de bienes agrícolas, forestales e industriales, con afectación directa en la competitividad regional y nacional; los obstáculos para el flujo comercial con el Mercosur, limitando las exportaciones y el intercambio económico, y la pérdida de oportunidades en materia de turismo, con una afectación directa a las economías regionales y a las comunidades locales.
De base está la situación de la seguridad vial de los caminos, aspecto ampliamente analizado en las columnas editoriales de este diario, ya que los pavimentos deteriorados o mal señalizados conllevan un incremento en la cantidad de siniestros viales, aunque siempre está por delante el factor humano en la conducción de vehículos.
Por eso desde muchas entidades afectadas al comercio y a la producción se pone de relieve la importancia de la colaboración público-privada para la implementación de medidas fundamentales que potencien a los emprendimientos productivos, una de las cuales es tener vías de circulación de moderadas a muy buenas, y no a la inversa como ocurre ahora.
En tal sentido, las autoridades nacionales, junto con las provinciales, deben priorizar la reparación y el mantenimiento de estas rutas estratégicas para el comercio de toda la Argentina.
