Prevenir el vandalismo en el espacio público

Debe generarse un mayor esfuerzo de las autoridades conducente a evitar el daño o la destrucción de elementos del mobiliario público, como señales viales, cestos, luminarias y otros elementos; sirven para hacer más fácil la existencia y en determinados casos, para proteger la vida, en el caso de los carteles del tránsito.

Prevenir el vandalismo en el espacio público
La Policía los atrapó haciendo grafitis en la calle.

Volvemos a insistir en un tema que este diario ha replicado más de una vez, y se refiere al sistemático vandalismo contra elementos del mobiliario público, obras de arte al aire libre y sobre todo carteles con los nombres de la calles y señales camineras.

Las agresiones también caen sobre los equipamientos para actividad física, los cestos de residuos, las luminarias, bancos, bebederos, fuentes, obras de arte (esculturas, pinturas, murales), las paradas de colectivos, los edificios públicos, las paredes, los semáforos, las rampas para personas con discapacidad y los maceteros, árboles, plantas y flores.

A veces, aunque en menor proporción, el accionar de preventores municipales o de efectivos policiales han logrado impedir ataques contra elementos que son de utilidad para peatones o conductores de vehículos, que colaboran con el ordenamiento de los centros urbanos.

Muchos de estos actos a contrapelo de las normas de convivencia y del buen uso de calles, rutas, plazas y parques, se cometen durante horarios nocturnos, en general de madrugada, cuando las medidas de seguridad tienden a disminuir.

Querer los ámbitos de la ciudades o pueblos que habitamos y compartimos, es también cuidarlos. Pero, hace falta mucho esfuerzo de las autoridades municipales y provinciales para evitar los daños, y también que los ciudadanos y ciudadanas se preocupen por el cuidado de los bienes comunitarios.

Una inaudita forma de conspirar contra la seguridad de terceros, es la forma de expresarse que adoptan los usuarios que se oponen a la Revisión Técnica Obligatoria (RTO), quienes han estampado carteles en aerosol con la leyenda “No RTO”, en los carteles viales de rutas de alto tránsito. Se oponen a una medida de seguridad vial, pero lo hacen groseramente, ocultando las indicaciones de carteles que están puestos a la vera de calles y rutas para que la marcha de los vehículos sea correcta y segura.

Esta inconducta es un total desprecio a la vida de los semejantes y es un delito, daño agravado, tipificado en el artículo 184 del Código Penal Argentino, ley N°11.179. Claro, los infractores tienen suerte porque casi nunca los sorprenden in fraganti.

El objetivo manifiesto de la mayoría de las personas es prevenir estos hechos de destrucción vana y cobarde de los elementos que nos facilitan la existencia. Por eso, sostenemos la necesidad de concientizar sobre el cuidado de los espacios públicos, la infraestructura, el mobiliario urbano y las inversiones realizadas.

Mientras no haya acciones de vigilancia efectiva y no se repriman a través de causas judiciales dentro de los estrictos márgenes legales, las acciones de individuos irresponsables tienen campo propicio para repetirse.

Mientras los sistemas de seguridad deben esmerarse para neutralizar estos daños y llegado el caso detener a los autores, por otro lado, se podría promover por medio de campañas publicitarias el uso responsable de los espacios públicos para que todos puedan disfrutarlos, pero también protegerlos. Esta sensibilización apuesta además a una mejor convivencia. Las obras integrales y estructurales que se realizan se complementan con el compromiso de cada vecino o vecina para preservar el patrimonio común a nuestro alcance. Es decir, mantenerlo lo mejor posible como cada uno hace con las cosas de su hogar.

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