En su mensaje con motivo de la finalización del año 2020, el gobernador de nuestra provincia hizo mención al comportamiento de la sociedad mendocina durante los largos meses de esfuerzo y limitaciones que impuso la pandemia de coronavirus.
Consideró Rodolfo Suárez que los mendocinos tuvieron una respuesta ampliamente solidaria y de respeto a las directivas impuestas desde el Ejecutivo, lo que, según el Gobernador, significó una muestra de “sentido del esfuerzo” y de “responsabilidad ejemplar”.
Eso llevó a Mendoza, como bien señaló el mensaje oficial, a ser una de las provincias con mayor apertura de las actividades económicas en general, lo que derivó en un sano equilibrio entre la prioritaria atención de las personas expuestas a la pandemia y el cuidado del empleo y la producción.
Debe destacarse, por otra parte, la muy justa mención y reconocimiento que hizo el titular del Ejecutivo provincial al personal de la salud, los que tanto esfuerzo y tanto riesgos asumieron, con gran solidaridad.
Suárez apeló a la “solidaridad y el profesionalismo” del sistema sanitario en general. Y es correcta y, sobre todo, muy justa esa apreciación, porque los médicos y demás integrantes del sistema sanitario debieron hacer frente, con las herramientas puestas a su alcance, al gran desafío de evitar que la saturación hospitalaria llevara a la provincia a la posibilidad de un colapso de consecuencias siempre imprevisibles.
Se puede afirmar con seguridad que, en el contexto nacional por la emergencia, el comportamiento de los mendocinos fue digno de elogiar. Hubo excepciones, lógicamente, que no hacen otra cosa que potenciar el concepto mayoritario de respeto y mantenimiento de las medidas básicas de distanciamiento para que el esfuerzo realizado durante meses no caiga en cuestión de días.
Y una vez puesto a rodar el calendario de 2021, los hechos nos van demostrando que el flagelo del virus sigue y que, para combatirlo, los países en general deberán acertar en la vacunación más apropiada y en el alcance poblacional de la misma. La Argentina no está al margen de todas esas especulaciones con motivo de la llegada de la denominada “vacuna rusa” y las dudas en cuanto a su efectividad que la misma generó, las que subsisten.
En ese escenario, Mendoza, con su gobierno a la cabeza, deberá tomar estos primeros meses del nuevo año como una suerte de continuidad de la atípica y dramática situación creada en el fatídico 2020.
Y en esa continuidad nuevamente los mendocinos deberán observar y mantener la conducta de prudencia y acatamiento a las normas sanitarias impuestas el año pasado.
El desafío que generaron las Fiestas y el que genera, aunque más reducida, la actividad turística veraniega lleva en estos momentos a las autoridades nacionales a prever la posibilidad de medidas extremas con respecto a la circulación de personas en determinados horarios.
Todo, en virtud del nuevo incremento de casos de contagio que se registró en las últimas semanas.
Por ello, los mendocinos tienen que volver a dar el ejemplo sobre el respeto a las medidas necesarias para que las actividades se desarrollen sin riesgos grandes de contagio.
Sería penoso que el gobierno local tuviese que rever la amplia cuota de confianza depositada en la gente de esta provincia. La cultura mendocina sabe mucho de perseverancia; pues, a seguir utilizándola entonces.
