La posibilidad de cursar estudios universitarios de jóvenes que habitan distintas zonas del departamento Lavalle, especialmente del distrito La Asunción, fue siempre muy restringida.
Las distancias a los centros universitarios públicos y privados de la ciudad de Mendoza eran una limitación casi insalvable para muchachos y chicas que habitan la zona del secano con deseos de concretar estudios posteriores a los del nivel medio.
Aunque no todas las dificultades se han doblegado, debe valorarse como una buena noticia la labor que está cumpliendo el Primer Centro de Aprendizaje Universitario (CAU), ubicado en dependencias de la Comunidad Huarpe del distrito La Asunción, a unos 47 kilómetros de Villa Tulumaya, ciudad cabecera del departamento, y a 90 de la capital.
Es un espacio académico con equipamiento informático para que los lugareños, unos 25 jóvenes, puedan estudiar una carrera universitaria a distancia, con becas al 100% a su favor y la opción de una salida laboral bastante concreta. El local de aprendizaje universitario, cuyo nombre sintetizado es CAU, ocupa la mitad del edificio del centro cultural lugareño, y su funcionamiento es el resultado de una alianza estratégica entre la Fundación Simas, la Universidad Siglo 21 y la comunidad huarpe “Paula Guaquinchay”, con apoyo del empresariado local.
Los estudios que se pueden concretar van desde Abogacía a licenciaturas en Turismo, Seguridad e Higiene, Administración de Salud y tecnicaturas en Redes Informáticas y Telecomunicaciones, entre otras especialidades. Además, los cursantes tienen un acompañamiento de orientación vocacional.
En este sentido, hay que recordar también que la Universidad Nacional de Cuyo ha aportado capacitación y formación a jóvenes de áreas no irrigadas a través del Programa de Inclusión Social e Igualdad de Oportunidades, que se ejecuta junto con el INTA y la Municipalidad del departamento norteño.
Lo gravitante del programa que estamos comentando es haberse convertido en respuesta directa a los deseos de los habitantes juveniles de la zona, que buscaban, desde hace tiempo, acceder a ofertas terciarias y/o universitarias, sin tener que desplazarse de los puntos que habitan.
Las organizaciones participantes en la iniciativa procedieron a la apertura de una unidad de estudio, teniendo en cuenta el diseño de políticas de inclusión socioeducativas que respetan los contextos sociales desde la diversidad cultural.
Al proceder de esa manera, jóvenes lavallinos están accediendo a niveles de educación superior, testimonio de superación y opción de hacer cosas por la tierra que los vio nacer y que, en muchos casos, no quieren abandonar.
En la Cámara baja y por iniciativa del diputado Edgardo González (FdT), se declaró de interés la inauguración de este servicio, intención que el cuerpo legislativo aprobó bajo la resolución N° 585.
En síntesis, es un sueño realizado para las once comunidades huarpes que se reparten en el terreno. Una meta que hacía mucho se perseguía.
Es, en suma, un paso muy importante para remediar las dificultades que afrontaban los jóvenes para continuar con su capacitación académica por las distancias a recorrer y demás factores.El desafío es mantener el servicio en el tiempo, es un antes y un después en él área no irrigada del departamento, que hará realidad el sueño de tener profesionales que estudien en las comunidades sin que se produzca el desarraigo juvenil.
