Este nuevo encuentro del ciclo Pilares fue complementario del realizado el año pasado, dentro del mismo ciclo, oportunidad en la que se abordó el siempre vigente debate sobre la ampliación de la matriz productiva mendocina.
En lo que se refiere a minería, fue muy interesante escuchar por parte de los profesionales convocados el potencial que mantiene la provincia en lo que se refiere a dicha actividad, lo que justificaría una importante tarea de exploración para determinar si los yacimientos que se ubican en esta zona tienen las posibilidades de explotación necesarias, como también sus dimensiones, forma y calidad del mineral que se puede extraer.
De lo abordado sobre la actividad minera, lo importante es el interés que existe en el sector privado para potenciar dicha industria adaptándose a las exigencias de la legislación provincial vigente, que impone restricciones en base al consenso existente para ello entre amplios sectores de la comunidad mendocina.
Sin embargo, del encuentro realizado surgió que, luego de muchos años, en la provincia se estaría encontrando un marco de consenso para no trabar más el debate y poder avanzar en más proyectos concretos.
El aspecto que traba la discusión es cómo y dónde desarrollar la minería en el territorio provincial, aspecto de mucha importancia si se tiene en cuenta que hay zonas, como Malargüe, que defiende sus posibilidades naturales para este tipo de explotación sin competir en lo referido al uso del agua con otras actividades de la economía mendocina.
La inquietud de los sectores productores del departamento del sur provincial también incluye a la actividad petrolera. Malargüe es productor del 65% de los hidrocarburos que se explotan en la provincia, aventajando con amplitud a las restantes zonas petroleras sobre suelo mendocino. Esto potencia las expectativas que en materia de producción tiene esa comunidad.
El aporte del petróleo también es significativo para el mayor crecimiento mendocino que se anhela concretar. Mendoza se encuentra en cuarto lugar entre las provincias productoras de petróleo en el país, a lo que hay que sumar la expectativa que significa contar con la llamada lengua Norte del yacimiento de Vaca Muerta, donde ya comenzó la exploración de pozos de crudo no convencional.
Precisamente, en el intercambio de aportes convocado por Los Andes se enfatizó en la trascendencia de la perforación iniciada recientemente en dos pozos ubicados en Vaca Muerta, lo que permitirá conocer el potencial petrolero allí existente.
El debate y aporte de iniciativas en temas referidos a la producción siempre debería encontrar una puerta abierta al diálogo.
Se debe tender a lograr los consensos necesarios para que todos los sectores interesados se enfoquen hacia sus respectivas expectativas. Una guía para que el aporte privado no se encuentre condicionado por los vaivenes de la política.