La Argentina continúa obteniendo adhesiones en los foros internacionales por la causa nacional por la reivindicación de las Islas Malvinas, pero el Reino Unido, país usurpador del territorio insular, se mantiene impertérrito en su posición de no dialogar.
En la primera sesión del debate conjunto sobre temas de descolonización de la Comisión de Política Especial y Descolonización de la Asamblea General de las Naciones Unidas (Cuarta Comisión), la Argentina presentó su caso sobre las islas y recibió un amplio respaldo de otros Estados miembros en el sentido de reanudar las negociaciones bilaterales para poner fin a la disputa de soberanía.
Los representantes del país expusieron en ese foro los fundamentos de los derechos argentinos y reiteraron a Inglaterra la invitación a resolver pacíficamente la disputa de conformidad con lo dispuesto por la Asamblea General de la ONU.
“En la cuestión de las Islas Malvinas nos encontramos con un territorio colonizado por el Reino Unido, sin que haya un pueblo sujeto a las subyugación, dominación o explotación colonial”, sostuvo María del Carmen Squeff, representante argentina permanente ante Naciones Unidas.
La embajadora santafecina llamó la atención sobre las acciones unilaterales desarrolladas por el Reino Unido en el área en disputa, que incluyen la exploración y explotación ilegal de recursos renovables y no renovables y una desproporcionada presencia militar, del todo injustificada ya que todos los gobiernos democráticos de nuestro país han reafirmado su decisión de resolver la controversia exclusivamente por medios pacíficos.
El mismo apoyo se logró en la última asamblea de la Organizaciones de Estados Americanos (OEA).
Ahora lo que se viene y que servirá para reanudar los llamados de atención del país, es la conmemoración de los 40 años de la resolución 37/9 de Naciones Unidas, que ocurrió el 4 de noviembre de 1982, meses después de la culminación de la guerra del Atlántico Sur. Esa disposición reconoció que la contienda bélica no alteró la vigencia ni la naturaleza de la disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido, y que tal cuestión continuaba pendiente de negociación y solución. Fue un triunfo diplomático porque el país venía de una derrota militar.
Por otra parte, se esperan repercusiones en la próxima Cumbre de Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur, ámbito donde otra vez se analizará el reclamo argentino y la militarización de esa parte del mundo. Este mecanismo, del que participan 3 países sudamericanos y 19 de África, se activará a fines de noviembre.
Es más que evidente que numerosas naciones nos apoyan en la prolongada e injusta controversia, y que nuestra Nación cuenta con los buenos oficios del secretario general de las Naciones Unidas para asistir a las partes a reanudar las negociaciones.
El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, destacó el apoyo recibido por la Argentina en el tratamiento de la Cuestión Malvinas en la Cuarta Comisión y agradeció el trabajo de la Representación Permanente de la Argentina ante las Naciones Unidas.
En el otro flanco, la nueva primera ministra inglesa, Elizabeth Truss, sigue en la misma línea de su ex jefe Boris Johnson, es decir, mantenerse reticente a tratar la cuestión de las islas, resistir a descolonizar esas posiciones australes y no respetar el Derecho Internacional, tal como lo manda Naciones Unidas.
