La segunda etapa de Donald Trump

Trump tiene de ahora en más una gran oportunidad para remediar su pasado político reciente y generar detrás de su figura una imagen de mayor moderación, que nunca fue su característica para la función pública.

La segunda etapa de Donald Trump
El presidente Donald Trump habla en el Salón Roosevelt de la Casa Blanca, el martes 21 de enero de 2025, en Washington.

El republicano Donald Trump acaba de iniciar su segundo mandato presidencial en Estados Unidos luego del clarísimo triunfo electoral del 5 de noviembre, que lo devolvió a la Casa Blanca tras cuatro años de mandato del demócrata Joe Biden, justamente quien frustró su pretendida reelección en 2020.

Se trata de un regreso lleno de expectativas no sólo para los estadounidenses, sino también a nivel global por el estilo de confrontación de Trump y por coincidir esta nueva etapa con un contexto internacional con varios conflictos e interrogantes.

Debe recordarse que durante su primera presidencia, Estados Unidos tomó bastante distancia de los países desarrollados de Europa y el resto del mundo, en especial del poderoso Grupo de los 7, a partir de un mal entendido predomino basado en el encierro a favor de los propios intereses norteamericanos.

A partir de 2021, ya con Joe Biden al mando, el país del Norte encaró un rápido regreso a la búsqueda de liderazgo en materia diplomática global, algo que tradicionalmente desde Washington se ejerció. Eso constituyó para las potencias europeas, principalmente, la vuelta a escena de un respetable socio y aliado. Y el tiempo justificó aún más dicha acción a partir del conflicto que generó Rusia contra Ucrania.

En aquel momento, Biden debía dar vuelta la página de la vida democrática de EEUU ante un final turbulento de la primera administración de Trump, que nunca reconoció por los canales democráticos su derrota electoral y al que se vinculó con el trágico asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 por parte de fanáticos que buscaron impedir que el Congreso avalara la presidencia de Biden, a punto de comenzar. Justamente, en uno de sus primeros actos tras tomar posesión de su cargo, el lunes pasado, Trump indultó y conmutó penas a casi 1.600 personas procesadas por distintos delitos cometidos en aquella afrenta a la democracia estadounidense. Sorpresa, pero no para todos.

Sin embargo, los conflictos globales y los vaivenes de una economía estadounidense que nunca pareció recomponerse a pleno luego de los embates de la pandemia de coronavirus sentenciaron la suerte de los demócratas en su camino a una nueva presidencia. A ello debió sumársele las dudas por la salud de Biden pensando en un nuevo período y el consecuente cambio de candidatura a poco de las elecciones.

Es por ello que la contundencia del mensaje de las urnas eximió de mayores análisis. Los números avalaron con claridad la prédica del controvertido magnate republicano. Como ya se ha indicado, Trump tiene de ahora en más una gran oportunidad para remediar su pasado político reciente y generar detrás de su figura una imagen de mayor moderación, que nunca fue su característica para la función pública.

El hecho de que detrás de su impronta marchen alineados políticos y empresarios con él identificados en lo metodológico y en lo ideológico, como el presidente argentino, no lo debería eximir de un necesario equilibrio a nivel internacional si se tiene en cuenta la preponderancia e influencia de la nación que vuelve a conducir. Sus primeras apreciaciones sobre Canadá y otras zonas cercanas a EEUU no colaboran.

En definitiva, Trump cuenta con un nuevo crédito de parte de sus conciudadanos, que el mundo entero mira con atención por la incidencia indudable del país que debe conducir.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA