Hay un territorio en el sur provincial sobre el que se esperan decisiones internacionales de gran trascendencia. Nos referimos a La Payunia, una zona que contiene más de 800 volcanes y una diversidad de fauna muy amplia, de más de 650 mil hectáreas, en el departamento de Malargüe.
Si esa área de enorme riqueza geológica y faunística le hubiese correspondido a otra parte del mundo, la atención prestada para una correcta administración habría sido inmediata y contundente.
Afortunadamente, en nuestra realidad actual el lugar posee la dedicación que se merece, primero proveniente del departamento sureño que la posee y luego de organismos provinciales y entidades internacionales de protección del ambiente, como la Wildlife Conservation Society (WCS), ONG que trabaja en La Payunia hace más de 20 años.
La región, poseedora de una existencia numerosa de guanacos como no hay otra en la provincia, ya posee y desde hace tiempo, la categoría de Reserva Provincial, donde las incumbencias pertenecen a la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque (exDirección de Recursos Naturales y Renovables) y, por supuesto al municipio de Malargüe, especialmente a través de la Secretaría Económica Financiera del municipio.
Pero, el gran objetivo es que los campos volcánicos de La Payunia sean declarados Patrimonio Mundial Natural por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Antiguamente esta institución denominaba a esa categoría como Patrimonio de la Humanidad.
Para ello la organización internacional debe recibir un plan de gestión que sea integral y que tenga en cuenta el relieve (los volcanes y otras expresiones volcánicas), la vegetación, la fauna y la población establecida, que es dispersa y no muy numerosa.
Todos estos temas se analizaron en un reciente Segundo Encuentro La Payunia 2024, cuyo objetivo fue avanzar en el proceso para que la reserva natural mendocina reciba su nueva categorización, en atención a ser una de las regiones del planeta con mayor densidad de volcanes.
El objetivo de la reunión fue compartir los avances en la preparación de un dossier y recibir aportes de los participantes sobre los contenidos que se encuentran en proceso de elaboración.
La preparación del informe, que culminará luego de una tercera convocatoria, apuntan a fortalecer las características específicas para que La Payunia califique como Patrimonio Mundial: los criterios de Valor Universal Excepcional, que significa una importancia cultural y/o natural tan extraordinaria que trasciende las fronteras nacionales, los fenómenos naturales y áreas de belleza particulares, y los procesos geológicos en la evolución de las formas terrestres que hacen de este enclave un sitio único en el planeta.
La Payunia no sólo es uno de los sitios de mayor densidad volcánica del mundo, con un promedio de 10,6 volcanes cada 100 km: posee además extensos escenarios cubiertos de coloridos materiales volcánicos, en los cuales habita un santuario de fauna y flora.
Todas estas posibilidades habilitan también la explotación turística de zonas determinadas al efecto, paseos estilo safari para observar el desplazamiento de guanacos o las riquezas del relieve, excursiones que deben realizarse con todas las precauciones necesarias que demanda el sitio.
En suma, la diversidad biológica del espacio y sus yacimientos arqueológicos suman atractivo, tanto desde el punto de vista turístico como científico y educativo.
Por otra parte, y aunque ya exista un documento de evaluación sobre el área de fines de 2023, no estaría demás considerar que hace once años se elaboró en Mendoza un dossier o documento sobre el área en cuestión, que bien podría ser aprovechado en algunas de sus conclusiones.
