Durante este año, más precisamente a partir de agosto, la Municipalidad de la Capital pondrá en servicio los jurados vecinales, una experiencia única en la provincia, que ya implementó la ciudad de Rosario y muy pocos lugares más del país.
Estos jurados intervendrán en causas relacionadas con la violación del Código de Convivencia con un papel activo en la determinación de los valores de las multas a aplicarse y sanciones a infractores.
La propuesta, enviada al Concejo Deliberante por el intendente Ulpiano Suárez, fue aprobada por unanimidad en general en el Concejo Deliberante y permitirá que vecinos y vecinas de la Ciudad participen en sancionar distintas conductas de otros ciudadanos que incumplan el Código de Convivencia.
Desde la comuna, indicaron que esta iniciativa se originó tras el intercambio con los vecinos. Por eso, hacen hincapié en que la ordenanza atenderá al reconocimiento, por un lado, del derecho a la libertad; pero, por otro lado, a la necesidad de que todos asuman deberes de convivencia para respetar los derechos de los demás y del ambiente en el que se habita.
El cuidado de los bienes públicos, el orden y la limpieza, es el objetivo de la norma. La finalidad de la iniciativa –que consiste en un cuerpo deliberativo de siete vecinos titulares y siete suplentes, elegidos por sorteo sobre el padrón municipal– es provocar un mayor compromiso en la población, tanto a la hora de respetar los derechos de los demás como en fomentar el mantenimiento del espacio público en condiciones buenas.
La actuación como integrante del Jurado será voluntaria y gratuita. A su vez, existirá la posibilidad de recusación y excusación de los jurados, ofrecimiento de prueba y acuerdos conciliatorios. Entre las conductas que ingresarán al Jurado vecinal, previstas en el Código de Convivencia, se encuentran el uso ilegal de pirotecnia; degradación visual del entorno urbano; grafitis, pintadas y otras expresiones gráficas en lugares no autorizados; vandalismo. Uso inadecuado del espacio público para juegos de patinaje, bike, skate, deportes extremos o similares en lugares no autorizados. También se contempla la higiene de la ciudad y el mantenimiento de la limpieza en vía pública por parte de edificios en construcción o cualquier tipo de obra.
Lo interesante del proyecto es que contó con la adhesión en general de todas las fuerzas políticas representadas en el Concejo Deliberante, incluidos el Partido Verde, el Frente de Todos y el Pro.
De esta manera se puede presumir que la herramienta aprobada involucra a la ciudadanía en forma directa en la toma de decisiones fundamentales que hacen a la convivencia en la Ciudad y, también, permita una participación activa ante conductas que atentan contra la paz social y la convivencia ciudadana dentro de la jurisdicción municipal.
El nuevo procedimiento pretende, asimismo, ser una herramienta que no solo sancione, sino que fomente la convivencia, la solidaridad entre los vecinos y el fortalecimiento de los lazos comunitarios.
Además, se espera del sistema a implementarse en la capital que las actuaciones que se generen no propicien denuncias de unos vecinos contra otros, impulsando las malas relaciones entre los mismos. Por el contrario, lo deseable es fomentar previamente la buena convivencia vecinal respetando las normas de limpieza y del acontecer diario, el control de los ruidos molestos y retomar las buenas prácticas que antaño desarrollaban las uniones vecinales, que propiciaban los encuentros periódicos de vecinos y eran componedoras de situaciones conflictivas, favoreciendo la integración armónica de las personas e impulsando las mejoras de un barrio o un distrito.