Con la meta de desalentar los embarazos entre adolescentes, el Consejo Publicitario Argentino (CPA) y una agencia de Naciones Unidas promocionan una campaña para prevenir el embarazo no intencional en la adolescencia en la Argentina, llamada “Una charla más fácil”.
El organismo internacional es el Fondo de Población de las Naciones Unidades (Unfpa, por siglas en inglés), que junto con el Consejo Publicitario proponen generar conversaciones entre adolescentes y sus familias en lo concerniente a salud sexual y reproductiva sin tabúes. En el país y en Mendoza también, la mitad de los embarazos adolescentes son no intencionales.
La citada organización de la ONU, Unfpa, que brega por los derechos sexuales y reproductivos y el fin de las violencias, en especial las violaciones, ha declarado que 121 millones de embarazos en todo el mundo no son deseados
En Argentina, 43.210 adolescentes de entre 15 y 19 años tuvieron un hijo o hija en 2022; si bien la tasa de fecundidad adolescente se redujo en 60% en la última década, aún se mantiene alta en algunas provincias. Además, cinco de cada diez embarazos siguen siendo no intencionales.
Por eso el valor de la iniciativa con la mira en la prevención del embarazo no intencional en el período de edad de crecimiento que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y 19 años. Nada mejor para detener esta situación, complicada y muy crítica de superar, que sensibilizar a padres, madres y referentes de adolescentes de generar espacios de conversación que aborden la salud sexual y reproductiva sin prejuicios y tabúes.
“El embarazo no intencional en la adolescencia es una vulneración de derechos que limita la libertad y autonomía de los y las adolescentes, principalmente de las mujeres”, sostiene Mariana Isasi, jefa de la Oficina de Unfpa Argentina.
Por eso urge fortalecer las políticas públicas en torno a la temática, que van desde el acceso a la información, a los servicios de salud sexual y reproductiva, a diversas opciones de métodos anticonceptivos, hasta capacitaciones al personal de los servicios de salud.
La especialista citada agrega sobre la problemática que “la trayectoria de vida de una adolescente cambia drásticamente si tiene un hijo o hija antes de los 19 años. Ser madre en la adolescencia disminuye la probabilidad de finalizar el secundario y los estudios terciarios o universitarios”.
Este problema social y de salud también se registra en nuestra provincia, pero es menos grave que en otras partes del país. Mendoza acredita en este sentido una de las tasas más bajas de embarazo adolescente del territorio nacional.
Habría que ver cuáles son los datos del año pasado y del anteaño, pero en esta franja etaria este tipo de embarazos ha tenido disminuciones. En 2020, era de 8,3 (por mil) y en 2021, 7,5.
Por eso resulta más que justificado que el Estado provincial mantenga sus políticas de alerta y prevención en la materia, no obstante que los recursos no siempre son los que se necesitan, en atención, en buena medida, a que la asignación de fondos transferibles de la Nación ubica a la provincia en el lote de los tres últimos distritos del país.
Por otra parte, en el tema sanitario las madres adolescentes (de 10 a 19 años) tienen mayor posibilidad de sufrir riesgo de eclampsia, endometritis puerperal e infecciones que las mujeres de 20 a 24 años, y los bebés de progenitoras tan jóvenes son pasibles a tener bajo peso al nacer, nacimiento prematuro y afección neonatal grave.