Datos que circularon hace un año y medio, originados en entidades ambientalistas, señalaban que la cantidad de perros abandonados en la provincia era de 500.000 animales y que de esa cifra sólo 20% tenía un hogar.
Mendoza es pionera en vida animal por tener la Ley 7.603, que prohíbe la matanza como método de control poblacional y establece la esterilización quirúrgica gratuita.
Tal vez, el número de canes en la vía pública haya disminuido, pero sigue siendo muy elevado.
Para enfrentar este delicado problema se cuenta con el servicio, abnegado, de los refugios que cobijan, alimentan y cuidan a gran cantidad de mascotas.
Este aporte de las ONGs, que subsisten doblegando grandes dificultades, se vería mas favorecido si el Estado cumpliera más eficientemente con las prestaciones sanitarias que le competen, como la vacunación, la desparasitación y otros tratamientos porque no todos los departamentos cumplen estrictamente con la ley.
Más allá de que la esterilización es una herramienta adecuada, la educación y la tenencia responsable se complementan en pos del objetivo de que haya menos animales deambulando en la vía pública.
Por eso resulta un aporte concreto a la difícil problemática, el proyecto que llevan a cabo investigadoras e investigadores del Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (Iadiza)-Conicet), denominado “Perros de vida libre del Gran Mendoza”. Son aquellos que se desplazan sin restricciones por el espacio público. Entre estos están los que tienen dueño, pero deambulan sin correa, los comunitarios que viven en la calle bajo el cuidado de una comunidad, y los callejeros, sin dueño ni cuidados.
Por otro lado, existe otro grupo de perros, denominados asilvestrados o cimarrones, que han perdido su dependencia de los seres humanos y sobreviven en ambientes naturales, preferentemente en el piedemonte.
Durante el otoño y la primavera de 2023, el equipo científico realizó un muestreo intensivo en el Área Metropolitana de Mendoza (AMM) y registró más de 4.800 perros de vida libre. En algunas zonas, identificaron más de treinta animales en una misma manzana.
Los grupos de trabajo recopilaron dados sobre la cantidad, condición y distribución de estos animales en áreas urbanas y periurbanas, lo que determinará áreas que requieren intervenciones urgentes, donde tendrán que intervenir las áreas correspondientes del Gobierno provincial y de los municipios.
También los investigadores actuaron de manera práctica: realizaron campañas de vacunación y desparasitación, y asesoraron a puesteros rurales que utilizan a los perros como protectores de su ganado.
Los responsables de la iniciativa encontraron apoyo en el municipio de Godoy Cruz, pero aguardan que más municipalidades se sumen a la operatoria, que no sólo fomenta la salud y el bienestar de los animales de compañía, sino que también protege el nuestro entorno natural. “La idea -sostienen los especialistas- es fomentar la coexistencia entre la fauna silvestre, los animales domésticos y las comunidades humanas”.
En cuanto a la gestión de la problemática que representan estos animales, no existe una solución única y cada contexto debe ser abordado de manera específica, con planes de gestión a largo plazo que incluyan objetivos a corto y mediano plazo. Las acciones actuales, como la castración, vacunación desparasitación de mascotas, son positivas, pero no resuelven por completo el problema. Además, se busca educar sobre la tenencia responsable de mascotas y los problemas que pueden causar los perros de vida libre.
Por eso sería conveniente que estas iniciativas se implementen de forma permanente en sitios clave de Mendoza, como las áreas protegidas y sus zonas de influencia directa, así como también los ambientes naturales y rurales asociados a las grandes metrópolis provinciales (Gran Mendoza, San Rafael, General Alvear y Malargüe).
