Continúa en el país, sin posibilidad de ser solucionado, el gravísimo problema de los incendios de campos, que están arrasando suelos cultivables, bosques nativos y que matan y dejan sin hábitat posible a miles de animales de la fauna de esos lugares diezmados por las llamas. La situación es preocupante y grave en las provincias de Córdoba (con una afectación al sábado 3 de 146 mil hectáreas) y San Luis. Lo es cuando es redactado este comentario y lo seguirá siendo con el correr de los días.
¿No estará faltando una mayor presencia del Gobierno nacional y de las provincias en el tema y que la Justicia tome decididas cartas en tan importante el asunto?
El panorama es tan preocupante que, en las dos provincias mencionadas, hizo falta que guardaparques y brigadistas de distintas zonas del país se desplazaron hacia esos lugares.
Mendoza envió equipos de ayuda a las zonas afectadas de San Luis. En este caso, se actuó en respuesta a una solicitud del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, que asigna las zonas de trabajo a cada equipo de ayuda.
Lo delicado de todo este panorama es que el fuego no sólo es una amenaza en las dos provincias mencionadas, sino que alcanza a once Estados argentinos.
Mientras estos siniestros forestales se registran en diversos sitios, en Mendoza hay vigilia permanente y campaña de difusión para prevenir, porque nuestros suelos también corren el peligro de sufrir estos desastres que, para muchos investigadores, son intencionales.
Entre otros, podemos citar al geógrafo Joaquín Deón, becario de Conicet-Universidad Nacional de Córdoba, quien advierte que muchos de los incendios son intencionales y que detrás de ellos está el agronegocio, la minería a cielo abierto, el sector inmobiliario y otras actividades, que pretenden un cambio de uso del suelo una vez que las llamas arrasen el bosque nativo.
Por eso, el Gobierno provincial, por intermedio del Plan Provincial de Manejo del Fuego y de la Dirección de Defensa Civil, encara una campaña de concientización social sobre los daños que causan los incendios forestales generados por el ser humano en el ambiente, la flora, la fauna y el riesgo en el que se pone a la población en general.
Cada vez que se inicia un incendio de este tipo, se pone en juego la biodiversidad y el patrimonio ambiental de la provincia. Una de las razones por las que estos hechos se generan, es por el uso ilegal de fuego para limpieza de acequias, canales y lotes.
El uso de fuego, como herramienta de limpieza, está prohibido por la Ley provincial 6.099 y establece multas de hasta $ 2.200.000. Sin embargo, la amenaza siempre persiste.
Por eso, habrá que ver si –como señaló el diario La Nación- se puede convertir en ley el proyecto presentado en la Cámara de Diputados de la Nación, consistente en una modificación del artículo 22 bis de la ley 26.815 de manejo del fuego, por la que se prohíbe realizar cambios en el uso de las superficies afectadas por incendios en “bosques nativos, áreas naturales protegidas y humedales” y garantizar su restauración".
En síntesis, no se sabe a cierta por qué son tan recurrentes los incendios forestales en el país, pero una riqueza incalculable se está quemando. Hace falta una acción más directa para impedir este ‘ecocidio’.