Se evocó recientemente el Día de la Seguridad Vial, que se conmemora no sólo para recordar el momento en que se modificó el sentido de circulación en nuestro país en 1945, sino también con la meta puesta en concientizar sobre el respeto de las normas de tránsito y la necesidad de contar con políticas destinadas a la educación vial.
Coincidimos con el experto en estos temas, Eduardo Bertotti, director del Instituto de Seguridad Vial (ISEV), en que no es un día de conmemoración sino de balance, de rendir cuentas: qué hicimos mal, qué podemos mejorar, qué deberíamos exigir a quienes controlan la circulación.
“¿Qué podemos mejorar nosotros mismos como integrantes de una sociedad que ‘comparte’ la vía pública, para empáticamente hacerla más segura?”, redondea el especialista.
En Mendoza estamos en esa disyuntiva porque la tasa de incidentes viales seguidos de muerte o lesiones graves para los intervinientes en los hechos, sigue siendo preocupante y queda mucho por mejorar.
De todos modos, no podemos negar que la Policía Vial provincial y las delegaciones departamentales de tránsito han incorporado herramientas tecnológicas que permiten detectar conductas inadecuadas en el tránsito, tales como el uso del teléfono mientras se conduce, el cinturón de seguridad desabrochado o el manejo imprudente, aunque sigue siendo muy difícil combatir la alta velocidad, causante de la mayoría de las colisiones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en los países de ingresos altos el exceso de velocidad provoca aproximadamente 30% de las muertes relacionadas con el tráfico, mientras que representa aproximadamente 50% de las víctimas en los países de ingresos medianos.
Además, la organización mencionada estableció que unos 1,3 millones de personas mueren alrededor del mundo como derivación de incidentes de tráfico cada año. En nuestro país, más de 10 personas fallecieron por día durante 2021 en siniestros causados por el acelerador a fondo, a pesar de que fue un año de menor circulación de automotores por la pandemia de Covid-19.
De todos modos, la seguridad vial brinda muchas condiciones para garantizar que el desplazamiento de los vehículos en calles y rutas sea más segura. En especial, debe resaltarse el aporte de las cámaras de videovigilancia, que no sólo permiten mostrar cómo han ocurrido los accidentes en la vía pública, sino que son esenciales en la actualidad como elementos de prevención y de disuasión de conductas ilegales en el manejo.
En otro orden, en muchos departamentos mendocinos no se han podido controlar los perjuicios que causa el elevado ruido de las motocicletas, especialmente las de mayor cilindrada, aunque a veces también los rodados chicos y medianos circulan con escapes libres de manera antirreglamentaria. Y no se controla esta contaminación acústica porque las agentes viales departamentales no tienen los aparatos pertinentes para medir los niveles de ruido.
En otro ámbito donde también repercute la significación de una jornada dedicada a la seguridad vial, es en el transporte público de pasajeros. Ahí la responsabilidad compete a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), organismo del Ministerio de Transporte, en conjunto con la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y la Junta de Seguridad en el Transporte (JST). Su trabajo es fiscalizar, controlar, no sólo para disminuir los riesgos de siniestros viales, sino también para que cada pasajero viaje de forma segura.