Buenas noticias para los miles de usuarios de la ruta nacional 40 en la jurisdicción comprendida entre Luján de Cuyo y Tunuyán, porque ya comenzaron los trabajos de reconstrucción de los puentes caídos en la localidad de Anchoris.
Como se recordará, en dos años, las severas crecidas en la zona, derivadas de fuertes tormentas al Oeste del camino, destruyeron el puente sobre el arroyo Los Pozos (de Sur a Norte), en el kilómetro 3.250,5 de la ruta 40, y lo mismo aconteció mucho antes (en 2020) con el puente del arroyo Chañares Sur (km 3.244,64) y Chañares Norte (km 3.244,80), considerados como una sola unidad de cruce de ese sector de la ruta.
Desde hace algunos días, los operarios de la empresa Vialmani SA, la misma que participó de la construcción de la doble vía Mendoza-Tunuyán, ya se encuentran en plena ejecución de los trabajos.
El tiempo estimado de construcción de los dos pasos, más la realización del andamiaje de protección de los costados de los seis puentes del área, es de un año aproximadamente.
La asignación presupuestaria fue de unos 700 millones de pesos, a valores de setiembre pasado.
Es una obra compleja, porque la construcción de los dos puentes es un tercio del valor de la obra, y otro tercio irá destinado a la aplicación de un sistema integral de protección en los costados de los puentes existentes.
Lo que ocurrirá es que, además de poner en pie los pasos que colapsaron, se procederá a efectuar acciones de defensa de todo el sistema de los seis puentes de la zona, de manera de tener seguridades para evitar que grandes desplazamientos de volúmenes de líquido produzcan el erosionamiento y la caída de las estructuras.
Ya comenzó la demolición de los puentes caídos, para continuar con la protección integral de los restantes puentes.
En primera instancia, se prevé hacer un embudo de escudo de ingreso de las aguas.
En una instancia posterior, se asegurarán las fundaciones de los puentes con la construcción de azudes, especie de murallones enterrados que provocan que un porcentaje del caudal escurrido se desvíe hacia otro sistema de conducción.
Luego de esta tarea, se procederá a colocar los pilares de los puentes, seguidamente los tableros por donde circula el tránsito automotor y, la última etapa, será la ubicación de las losas de aproximación.
Como se advierte, se han aplicado, en esta restauración de bienes públicos, los modernos recursos de la Ingeniería vial y la Hidrología, entre otras especialidades, para atemperar el poder destructivo de grandes masas de agua que bajan del Oeste del camino.
Es una solución integral en la que han participado profesionales del Centro Regional Andino-Mendoza del Instituto Nacional del Agua, de la Dirección de Hidráulica de la provincia y técnicos de las direcciones Nacional de Vialidad y Provincial de Vialidad.
Otra novedad de este emprendimiento, según comentó el ingeniero Guillermo Amstutz, jefe del Cuarto Distrito de Vialidad nacional, es que por primera vez un pliego de estas características ha sido ejecutado íntegramente en la delegación mendocina de la Dirección Nacional de Vialidad y no en la sede central de la repartición, en Buenos Aires.
