El cooperativismo es una fuerza dinámica de movimiento social que define la colaboración de sus integrantes en aspectos económicos y sociales como medio para lograr que los integrantes de una entidad, agrupados en asociaciones voluntarias denominadas cooperativas, obtengan un beneficio mayor para la satisfacción de sus necesidades.
El cooperativismo a nivel mundial representa a más de 1.200 millones de personas en todos los continentes, siendo el movimiento humano integrado más grande del planeta.
Este modelo de desarrollo económico, disperso en todo el mundo, en la Argentina y en Mendoza, provincia donde posee una presencia importante, tendrá muy pronto una evocación especial, cuando se conmemore el Año Internacional de las Cooperativas durante 2025.
El lema de la celebración es “Las cooperativas construyen un mundo mejor”, pensado para reflejar el impacto mundial y duradero que tienen las cooperativas en todas partes. Con esta consigna lema se pone el foco en el modelo cooperativo como solución fundamental a numerosos obstáculos en los ámbitos mundial y regional, y se destaca su importancia para acelerar el trabajo por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030.
Las cooperativas han sido y seguirán siendo impulsoras de la erradicación de la pobreza, la promoción de la vivienda digna, el empoderamiento de las mujeres, la inclusión social, la lucha contra el consumo de las drogas y el alcohol, al tiempo que apoyan el empleo pleno y productivo y generan un crecimiento económico sostenible.
Respecto al cooperativismo en Mendoza, entidades como Fecovita, las cooperativas Farmacéutica, Eléctrica Tomás Godoy Cruz, las de urbanización y vivienda, además de las que proveen servicios de agua, cloacas y luz, son ejemplos a resaltar, a través de frecuentes comentarios expuestos en editoriales de este diario.
Otro caso para resaltar es el de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi), fundada en 1972, que agrupa a cooperativas de pequeños productores de uva.
Un segmento muy gravitante de la vida productiva y social del país lo constituyen los jóvenes, que también están muy vinculados al sistema cooperativo en general.
Se pueden dar muchos ejemplos en este grupo etario. Uno de los más relevantes son las agrupaciones de personas jóvenes que han creado emprendimientos para producir distintos elementos de consumo, como zapatillas, muebles de hogar y otros insumos.
Un estudio del Departamento de Economía, Política y Administración Rural de la Facultad de Ciencias Agrarias (UNCuyo) revela el grado de participación e involucramiento de los jóvenes con el régimen cooperativo vitivinícola de Mendoza.
En el mismo sentido se ubican las propuestas cooperativas escolares para fomentar el espíritu cooperativo y emprendedor desde las aulas, entre alumnos de tercero a quinto año.
Otro aspecto a considerar y que genera orgullo en el movimiento cooperativo nacional es que el presidente de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), máximo organismo en la materia, es un argentino, Ariel Guarco, nacido en Coronel Pringles, provincia de Buenos Aires.
Guarco estará en primera línea cuando se evoque el año internacional de la actividad y volverá a enarbolar las consignas que prioriza desde su posición, al considerar que el cooperativismo argentino “está a la altura de los desafíos que enfrentamos, que cada vez son más grandes y difíciles, gracias al gran esfuerzo que hace para adaptarse a un contexto nacional cambiante, complejo y que presenta desafíos todo el tiempo”. señaló.
Tanto él, al igual que dirigentes nacionales y regionales, insisten en que los legisladores nacionales y provinciales deben “examinar y hacer propuestas en legislación acordes a lo que expresa la comunidad internacional de promover y facilitar la creación, desarrollo y actividad de las cooperativas en Argentina”.