Según la Agencia de las Naciones Unidas para la Infancia, en los primeros seis meses del año 11 niños murieron semanalmente, en promedio, en la ruta entre el norte de África y Europa buscando lugares adecuados para poder vivir. Este escalofriante dato no hace otra cosa que duplicar la cifra de esos decesos con relación al mismo período del año anterior.
También destaca la ONU que la descontrolada migración de menores obedece, principalmente, a los conflictos de toda índole que se generalizan en los países en los que residen y también al cambio climático, que somete a condiciones de vida cada vez más rigurosas a quienes padecen los bajos recursos económicos para subsistir a nivel familiar.
La aventura más riesgosa y lamentable es la del cruce del mar Mediterráneo, que se duplicó en el primer semestre del año con respecto al mismo período de 2022, de acuerdo con datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Se calcula en poco menos de 12.000 el número de menores que se atrevieron a encarar dicho cruce marítimo en el primer semestre, cifra que también duplica, prácticamente, a la de igual período del año pasado.
Por todo ello siempre es necesario ocuparse del drama que viven las comunidades afectadas por conflictos sociales y también bélicos, que arrojan como consecuencia desplazamientos de personas de toda edad, como hemos visto, sometiéndolos a hambrunas y múltiples enfermedades. Todo, además del tremendo riesgo de perder la vida en la aventura.
También es pertinente reiterar que la agencia de la ONU para los Refugiados, entre los que se encuentran mayormente todas estas personas que migran por el mundo, fue oficialmente muy crítica sobre la situación en uno de sus primeros pronunciamientos de 2023, al señalar que la comunidad internacional “lejos de inmutarse, ha sido incapaz de resolver los conflictos y otras causas de desplazamiento que han forzado a millones de personas a huir de sus hogares”. Y anticipaba en dicho documento las perspectivas para nada alentadoras que presentaba este año en tal sentido.
Por lo tanto, dicha agencia de la ONU hizo un llamado urgente a los países de la comunidad internacional por el cuadro de empobrecimiento creciente en gran cantidad de ellos, incluso entre a los que no tienen problemas bélicos u otros conflictos que afrontar, sino lo que denominaron desde Naciones Unidas como “ineficaces políticas públicas” en lo social y económico. Y se señaló que este último problema también puede ser considerado un modo de desplazamiento, fundamentalmente en lo social. Es decir, no se necesita salir de país o región de origen o radicación para no considerarse marginado.
Problemático cuadro social que no debería ser ignorado en nuestro país, donde el número de personas pobres o en camino a la indigencia sigue alarmando con cada informe periódico que dan a conocer los organismos a cargo de dichos relevamientos.