El agua es un elemento fundamental para la vida y en nuestra Provincia adquiere una importancia sin igual. Desde nuestros orígenes históricos y culturales el agua es un ingrediente necesario para nuestro desarrollo económico y testigo silencioso de nuestro avance como sociedad.
En ese marco adquiere relevancia superlativa el XXVII Congreso Nacional del Agua (Conagua), organizado por el Instituto Nacional del Agua (INA), en la órbita del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, a desarrollarse entre el lunes 5 hasta el jueves 8 de junio este año, en el Centro Cultural Kirchner de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El evento, que reunirá a técnicos e investigadores del país y a especialistas invitados del extranjero, formará parte de la celebración de los primeros 50 años del Instituto Nacional del Agua (INA).
El Conagua 2023, promovido en forma sistemática desde 1963 por el Comité Permanente de los Congresos Nacionales del Agua (CPCNA), es el encuentro técnico-científico y de gestión del recursos de mayor tradición en Argentina. Posee un carácter nacional y federal, cubriendo prácticamente todos los asuntos dentro de los recursos hídricos.
Con el lema “Hacia una transición hídrica sostenible e inclusiva”, la XXVII edición del Conagua se presenta como un espacio de diálogo y de colaboración a fin de compartir experiencias, movilizar la cooperación y aportar soluciones concretas a diversas escalas para avanzar hacia la sustentabilidad hidroambiental, al tiempo de promover una iniciativa de valoración del preciado elemento.
Las temáticas a tratarse en el encuentro son muy variadas y ricas en contenido, en sintonía con la Conferencia Mundial del Agua 2023 de Naciones Unidas, orientada a evaluar los avances de los países hacia el cumplimiento de la Agenda 2030.
Algunos de los ejes de la reunión abarcarán ítems como Agua y Clima, considerando aspectos referidos a los impactos del cambio climático en relación al agua y los avances para su administración, o Agua y Desarrollo Sostenible, en referencia a la infraestructura y la gobernanza del agua para avanzar hacia una gestión más sostenible.
Otros puntos en debate serán Agua, Financiamiento y Salud, donde se analizarán los mecanismos de inversión, que permitan a los diferentes sectores tales como agua potable y saneamiento acceder a nuevas fuentes de financiamiento; o Agua y Cooperación, bajo la premisa de fortalecer la cooperación hídrica para que sea inclusiva, intersectorial y orientada a la acción.
Otro apartado importante será Agua, Energía y Alimentación, con referencia a la toma de decisiones y planificación en cuanto al potencial que ofrecen para el logro de los compromisos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030.
Mendoza concurrirá al congreso con sus propuestas y la carga de una férrea como agobiante problemática, afirmada en la recurrente crisis hídrica que la provincia viene soportando desde hace dos décadas, ya que el caudal de los ríos de la provincia está entre el 40 % y el 58 % respecto de un año normal.
Por otra parte, en Mendoza, las lluvias son escasas y la fuente de agua más importante es la nieve, que si es escasa condiciona la disponibilidad del líquido para el consumo humano y el riego de su producción agraria, con la vitivinicultura a la cabeza del requerimiento hídrico.
Por otra parte, no logramos dominar el derroche del vital elemento al utilizar 450 litros de agua por día y por persona, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienza la utilización de 250 litros de agua por individuo y por jornada. Entonces, hay cuando menos un derroche de 200 litros por día y por usuario.