Muy útil resultará para todos si prospera y se acentúa entre la población la donación de plasma, un valioso componente de la sangre.
Este acto médico se revela como un aporte valioso en la estrategia de combate del Covid-19. La donación de plasma es un acto altruista y voluntario, en el que se resguarda la identidad y datos de los pacientes que se hayan contagiado con el virus. Se requieren los mismos requisitos exigibles en la cesión de sangre y haber pasado 14 días desde su recuperación.
El Ministerio de Salud, desde el Centro Regional de Hemoterapia y los servicios de Hemoterapia de los hospitales El Carmen e Italiano, realiza la recolección de plasma de pacientes que se han recuperado y que pueden ayudar a los que transitan hoy la desconocida patología. Hay que incorporar mayor número de pacientes a los protocolos de investigación y evidenciar su eficacia lo antes posible.
Mendoza tiene hasta hoy 127 personas recuperadas de la enfermedad. Para que ellas puedan donar, es necesario cumplir con ciertos requisitos. Además de los habituales que se solicitan al donar sangre, estas personas estarán en condiciones de hacerlo pasados 14 días de su alta y adecuado dosaje de anticuerpos.
Hasta el momento, reciben plasma dos tipos de pacientes: aquellos que por su situación clínica requieren internación en sala común, pero que necesitan oxígeno mediante una mascarilla o bigotera y tienen controles médicos estrictos; y pacientes de mayor gravedad, que requieren atención en una unidad de cuidados intensivos, con fallos de sus órganos, que necesitan mayor soporte. Los criterios de cuándo transfundir y cuántos volúmenes, son muy específicos, medidos y controlados.
Es importante destacar que lo que se transfunde a través del plasma son anticuerpos a quienes están empezando a transitar la afección y que, mientras más precoz los reciban, se estima que se detiene la cascada inflamatoria que genera el virus, con reducción de la carga viral y reducción de la duración del mal.
Autoridades sanitarias y especialistas hemoterapistas están abogando para que la donación de sangre y plasma sean regidos por políticas y marcos legislativos nacionales, que aseguren uniformidad de las normas, la cualidad y la seguridad de la sangre y los productos derivados de la misma. La pretensión es garantizar el acceso universal de estas acciones (política de Estado).
Afirmamos que no se deben ahorrar esfuerzos para lograr 100% de donantes voluntarios y altruistas, mediante un acto no remunerado, y con la mira en obtener siempre sangre más segura.
Otro dato a tener en cuenta es que el porcentaje de donantes voluntarios es un marcador indirecto de desarrollo social. Argentina acredita 30% de donantes voluntarios, y Mendoza, 41,9%, valor por demás significativo. Donando sangre se puede ayudar hasta a cuatro pacientes.
Respecto de la transfusión en los pacientes con Covid-19, se ha demostrado que es segura, pero no está plenamente demostrada su eficacia, que es el motivo por el cual los pacientes ingresan a protocolos de investigación.
En la medida que se recluten más unidades de plasma de convalecientes, más pacientes podrán ingresar a los protocolos de investigación y evidenciar su eficacia.
