Sectores especialmente vinculados con la difusión de la cultura propician desde hace tiempo la utilización más continua del teatro griego Frank Romero, el clásico escenario en el que cada año se realizan el Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia y sus repeticiones.
Algo ya se ha conseguido, debe reconocerse, porque desde hace varias temporadas los festejos vendimiales han extendido su calendario en cuanto a noches de espectáculos con la presencia, por lo general, de renombrados conjuntos y artistas. Esto, de alguna manera, potencia aquella intención de sectores interesados en la recuperación del emblemático teatro de los cerros mendocinos para ser receptor de grandes eventos durante el año y no sólo en ocasión de las celebraciones vendimiales, que fueron las que motivaron y justificaron ampliamente su construcción.
En nota firmada en este diario por el periodista y escritor Fernando Toledo, del 27 de febrero pasado, se indicaba que la Secretaría de Cultura de Mendoza no considera una planificación relacionada con buscar más espectáculos para el Frank Romero Day, pero sí admitieron que están abiertos a nuevas propuestas en el lugar.
Es bueno recordar que por el emblemático espacio han pasado varios espectáculos a lo largo de los 62 años de existencia, con prescindencia de su utilización en el marco de las sucesivas fiestas de la Vendimia centrales. Se recuerdan, por ejemplo, un festival folklórico “Argentina en Mendoza”, la Vendimia Electrónica (semanas después de Vendimia) y hasta eventos de fe religiosa, como es la Fiesta Diocesana, organizada por el Arzobispado de Mendoza.
También se puede citar un recital de Cristian Castro, conciertos de música clásica, uno de ellos el Réquiem de Giuseppe Verdi, a cargo de la Orquesta Filarmónica de Mendoza, y en otra ocasión una audición del Coro Universitario de Mendoza.
Esta es una cita limitada porque hay un calendario muy rico al respecto. La gama de posibilidades del imponente teatro es muy amplia y requiere, por sus características estructurales y de ubicación, una planificación especial.
Otro aspecto que habrá que considerar es que si se concreta una utilización más continua del lugar, surgirá la necesidad de un mantenimiento más intenso y permanente y en consecuencia habrá que disponer de una mayor asignación presupuestaria para cuidar y mejorar el escenario y su contorno. No se puede dejar de reconocer que es costoso mantenerlo en actividad.
Sin embargo, un mayor uso se vería compensado por retornos económicos dado de que la del espectáculo es una de actividades más lucrativas.
Cabe aguardar definiciones a nivel oficial para poder ver al Frank Romero Day más días utilizable durante el año.
Arquitectos del medio han propiciado esta reapertura. Uno de ellos, Ricardo Bekerman, exdecano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza, ha escrito en su momento en Los Andes sobre la poca utilidad del teatro griego y mencionó que en una búsqueda de escenarios similares no se encontraron en otras latitudes espacios de similares características.