Siempre es oportuno para la Argentina intentar fortalecer lazos con Brasil, en especial en el plano económico y comercial. Se trata del país más poderoso de la región y con el que se puedan salvar diferencias políticas e ideológicas temporales si lo que pretende es ganar mercados con un prestigio bien ganado en ambos casos.
Ambos países son prácticamente el motor del Mercosur, alianza comercial regional que sí necesita de la política para funcionar a pleno, pero que en los últimos años logró avances en materia de relaciones comerciales, como el acuerdo de libre comercio suscripto con la Unión Europea en 2019.
El comercio bilateral Argentina-Brasil fue de casi 3 mil millones de dólares a mediados de año, según datos oficiales, resultando casi un 50 por ciento más al valor obtenido en igual período de 2021.
En ese marco se produjo la reciente misión mendocina encabezada por el gobernador, Rodolfo Suárez. Tanto en San Pablo como en Río de Janeiro, dos de los más grandes polos industriales brasileños, la delegación provincial buscó estrechar lazos con empresarios del país vecino interesados en la producción y en la potencialidad que en materia de inversiones ofrece nuestra provincia.
El intento es valorable. Brasil goza de estabilidad económica; en 12 meses la inflación acumulada fue de 7,6%. Una economía que, por lo menos hasta ahora, viene funcionando al margen de la línea política de turno. Hay una buena continuidad en lo que atañe a las relaciones comerciales.
Por otra parte, esta visita también sirve para fortalecer vínculos ya existentes en lo referido a comercialización.
El año pasado Mendoza exportó producción por 350 millones de dólares y, como bien se ha señalado en otras oportunidades, la plataforma logística que la provincia tiene en un puerto brasileño garantiza el almacenamiento y rápida distribución de lo que se comercializa desde aquí. La calidad de la producción agraria es muy reconocida.
En esa línea, también hubo conversaciones con empresarios bancarios de aquel país para fomentar líneas de crédito que alienten a las empresas brasileñas a comprar producción mendocina, de modo de evitar que por diversas razones pueda decaer ese interés.
Con respecto a posibles inversiones, la visita encabezada por el gobernador Suárez también se aprovechó para interesar en materia de energía, petróleo y en la explotación de Potasio Río Colorado, en el sur provincial.
Los emprendimientos previstos para la generación de energía, incluyendo a un Portezuelo del Viento replanteado luego de los obstáculos para la concreción del proyecto inicial puestos por la Nación, ofrecen un abanico de opciones en un campo interconectado cada vez más demandante.
Concluida la visita, es importante que quienes participaron del viaje de promoción mantengan una gestión que permita mantener en alto el interés demostrado por el empresariado brasileño.
La responsabilidad no sólo les cabe a las autoridades de turno, sino, también, a los empresarios locales, destinatarios de lo que se llegue a concretar.
Mendoza requiere repuntar en la faz productiva para sentar las bases de un mayor crecimiento de su economía. De ese modo también mejorarán las condiciones sociales de empleo, con ingresos acorde con la calidad del trabajo que se ofrezca a quienes inviertan aquí.
