Desde aproximadamente siete años la ciudadanía se encontró con un cambio de costumbres al realizar las compras diarias, cuando hipermercados, supermercados y autoservicios fueron intimados a no entregar más bolsas de plástico a los clientes.
La medida, en procura de bajar los niveles de contaminación general, obligó a los usuarios a retirar la mercadería con changuitos, bolsas de tela o valerse de bolsas ecológicas.
De todos modos, las útiles pero perniciosas bolsas de plástico siguen en circulación en verdulerías, carnicerías y pescaderías.
Las bolsas de plástico han tenido el despreciable privilegio de convertirse en un problema ambiental serio, que en la provincia ha causados graves problemas en nuestras acequias, los canales de riego, los espacios verdes, las calles y las rutas.
Por tal motivo, el municipio llevará a cabo una semana con actividades de concientización ambiental. Promotores ambientales visitarán a vecinos, vecinas y comercios para promover prácticas sostenibles y mejorar la calidad de vida de la comunidad.
Según la organización española Ecologistas en Acción, “la bolsa de plástico es el producto estrella de nuestra cultura de usar y tirar, que malgasta grandes cantidades de materiales y energía para fabricar productos efímeros de un solo uso, muchas veces superfluos.”
En este contexto de acción, la Ciudad de Mendoza se unió a la conmemoración global del Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, que se celebró hace unos días.
La idea es que cada año, la fecha esté destinada a informar los efectos negativos de las bolsas plásticas en el medio ambiente, fomentar su reducción y uso responsable.
Pero, el municipio capitalino ha tenido la acertada idea de extender la celebración a una semana con el propósito de insistir en el abandono de este artículo, que se fabrica partir del petróleo, un recurso no renovable y costoso.
Durante varios días, promotores ambientales recorrieron barrios y comercios para sensibilizar a la población sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y fomentar una ciudad más sostenible. La Ciudad de Mendoza implementó la normativa municipal 4000/2020, la cual regula y prohíbe el uso de bolsas de materiales no biodegradables y plásticos de un solo uso. De acuerdo a datos municipales, los plásticos representan unos 15.110kg diarios en cuanto a la generación de residuos sólidos urbanos.
La medida municipal, que bien podría ser imitada por municipios del resto de la provincia, tomó en consideración la emergencia sanitaria, la situación económica y la necesidad de un cambio progresivo en los hábitos de consumo, así como en la adaptación de procesos para la producción y uso de materiales amigables con el medio ambiente. El Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico se celebra desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, en diciembre de 2017, una resolución que exhorta a los países a tomar medidas para reducir estos artículos. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que para 2050 la producción de bolsas y recipientes de un solo uso alcanzará las 12 millones de toneladas métricas de basura plástica. Conviene entonces tener presente un concepto de una investigadora argentina, Rocío Soledad Pazos, del Instituto de Limnología (Ilpla), UNLP-Conicet, La Plata), cuando sostiene: “El conocimiento sobre el grado de contaminación plástica en los ambientes acuáticos y sus impactos, alerta sobre la necesidad de implementar un enfoque preventivo que tenga en cuenta todo el ciclo de permanencia del plástico en el ambiente y la decisión de promover la reducción de su producción, de su uso y una correcta gestión de los residuos.”