La Cámara de Diputados declaró de interés el proyecto de tratamiento de efluentes industriales por medio de humedales artificiales que el Departamento General de Irrigación (DGI) aplica en el extenso y por años contaminado canal Pescara.
La contaminación de este colector ha causado durante años un perjuicio muy alto en la producción agrícola de una extensa región del centro de Mendoza y ha condicionado el nivel de vida de muchos mendocinos que vivían en la zona de influencia del curso.
Ha disminuido en los últimos años el riesgo de contaminación de los suelos y los acuíferos del canal, ya que se eliminaron los contaminantes químicos y bacteriológicos provenientes de los efluentes no tratados.
La extensión de este canal es de aproximadamente 15 kilómetros, desde la ruta provincial 60, en Russell (Maipú), hasta el carril Godoy Cruz, en Guaymallén. Con la red secundaria, el sistema tiene una extensión total de 50 kilómetros.
Debido a distintas obras de saneamiento en el colector, el problema de contaminación hídrica de origen industrial, por el vuelco de efluentes peligrosos para la salud humana, ha disminuido.
Primero, entre otras tareas, se construyó un conducto principal paralelo al colector. A ese ducto se le conectó una red secundaria proveniente de las industrias, que conduce los efluentes previamente tratados en el interior de los establecimientos.
El proceso de descontaminación ha seguido y últimamente con la realización del “Proyecto de tratamiento de efluentes industriales por medio de humedales artificiales”, con gran participación de integrantes de la Inspección Desaguantes Industriales Colector Pescara, dependiente de Irrigación, y de la Subdelegación de Aguas del Río Mendoza.
Desde septiembre del año 2022, se está ejecutando una prueba piloto de fitodepuración en la que se busca evaluar la factibilidad de aplicación de un humedal artificial, para el tratamiento de efluentes industriales provenientes del Sistema de Saneamiento del Colector Pescara.
La empleada es una idea innovadora en la provincia de Mendoza. Los humedales artificiales son sistemas utilizados para el tratamiento de aguas residuales, tanto cloacales como industriales. En este último caso, se trata de una práctica poco utilizada y difundida, a pesar de que es una alternativa de bajo costo.
Los humedales son ecosistemas semiacuáticos que poseen la capacidad natural de remover contaminantes del agua residual. La prueba piloto es desarrollada a pequeña escala y simula el funcionamiento de un humedal para estudiar su eficiencia en cuanto a la capacidad depuradora de sus plantas para tratar las aguas residuales. La evaluación se ejecuta por medio de análisis fisicoquímicos y muestreos in situ, además de la observación de cómo se comportan los diferentes parámetros. De este modo, se comprueba si existe una disminución de las cargas contaminantes.
Actualmente, 32 empresas en actividad vuelcan líquidos residuales industriales previamente tratados al Sistema de Saneamiento del Canal Pescara.
El humedal artificial consiste en piletas impermeabilizadas rellenas de piedra bola, arena gruesa, grava y relleno con material de rechazo de cantera. Finalmente, se realiza la plantación de totora, carrizo y junco triangular para que las raíces de las plantas biodegraden los efluentes a tratar.
Cabe aclarar que este tratamiento de humedales artificiales también podría ser utilizado para tratar efluentes cloacales.
Es necesario entonces mantener la guardia alta en el control de este canal, de manera de ir salando una deuda pendiente con los habitantes de la zona y los que progresivamente se agregan por la radicación de nuevas urbanizaciones.