En un contexto inflacionario que el país no afrontaba desde hace varias décadas, con pobreza creciente y en medio de una campaña electoral en la que abundan las descalificaciones, el empresariado argentino acaba de dar a conocer un importante documento, elaborado con propuestas para el camino que la Argentina deberá transitar a partir del nuevo recambio institucional de diciembre.
Se trata de 12 iniciativas lanzadas por la Asociación Empresaria Argentina (AEA), organización que surgió en plena crisis de comienzos de siglo. En efecto, en mayo de 2002 un grupo de dirigentes de empresa decidió agruparse para que la perspectiva de ese sector fuese tenida en cuenta ante la necesidad que había entonces de reforzar las instituciones, luego del quiebre que significó la interrupción de un mandato presidencial en medio de una fuerte reacción popular.
El nivel de deterioro social e institucional que atraviesa el país es de tal magnitud que varias de las iniciativas lanzadas en esta oportunidad pueden resultar a primera vista una obviedad; sin embargo, son de suma trascendencia. Por eso en el escrito difundido se señala que la organización empresarial “pone ideas a consideración de la ciudadanía y de la dirigencia, de modo de forjar en conjunto una visión compartida” de la realidad que nos toca afrontar.
Expresan los dirigentes de AEA “el convencimiento de que Argentina cuenta con capacidades en materia de recursos humanos, naturales y tecnológicos” y la convicción de que “el desarrollo económico y social (del país) depende de que puedan movilizarse plenamente las potencialidades y energías del sector privado”.
Se añade: “Son las empresas las que, junto con los ciudadanos, sostienen a través de impuestos el funcionamiento del Estado. Sin Estado no hay país”, remarcaron los directivos de la organización empresarial.
Pone AEA la mirada en el respeto y fortalecimiento de las instituciones. “El desarrollo sostenido requiere un marco institucional y legal sólido y previsible. Es fundamental el rol que desempeña el Poder Judicial y en particular la Corte Suprema, garante de los derechos fundamentales establecidos por nuestra Constitución”. Y alude, además, a la consolidación de los medios de comunicación independientes del poder político.
Como dirigentes de empresas, los referentes que firmaron el documento se detienen en la economía de la Argentina, manifestando el reclamo de su estabilización y el equilibrio de las cuentas públicas. “La regla de oro en el fortalecimiento de las instituciones económicas consiste en consolidar una macroeconomía estable y previsible, cuyo centro vital es la legitimidad de la moneda”, remarca el escrito. Y agrega el pedido de una política monetaria “responsable, a cargo de un Banco Central independiente”.
Si bien muy pocas veces la Asociación Empresaria Argentina se ha expresado con tanta contundencia, basándose en la dolorosa realidad que atraviesa el país, también se pone de manifiesto la necesidad de una instancia de diálogo que agrupe a la dirigencia política, a la de índole social y a los propios empresarios para crear condiciones que permitan concebir un marco de entendimiento para una salida viable y duradera.
En las actuales condiciones, el muy probable cierre de un ciclo político no debería dar paso a soluciones mágicas. Respetando a quien resulte electo por la voluntad popular será necesaria la búsqueda de consensos políticos que, en definitiva, expresan la voluntad del grueso de la población.