El fin de año trajo un gran avance en el sistema de salud provincial con la inauguración del primer Centro de Trasplante de Médula Ósea del Oeste país, que funciona en el Hospital Central.
La habilitación de la nueva infraestructura tiene un impacto sanitario fundamental, porque con el servicio habilitado se ha logrado que muchas personas, carentes de recursos, puedan acceder a este tipo de trasplantes sin tener que salir de la provincia. Además, la prestación llegará a mendocinos que no tienen cobertura social y son los que más necesitan del acto médico que estamos comentando.
Debe añadirse que para que el proyecto del Centro de Trasplante de Medula Ósea fuera funcional, se requirió realizar una nueva inversión para adecuar el área de aislamiento. Esto permitió cursar el período pre y postrasplante, dado que los pacientes que requieren estos tratamientos necesitan ser aislados con cuidados especiales.
El proceso de recuperación de una intervención de este tipo necesita de un proceso de más de treinta días, que ahora se podrá realizar en las instalaciones del gran centro médico de calles Alem y Salta.
Este logro de infraestructura y equipamiento pone contentos a muchos potenciales usuarios del servicio y a los médicos y auxiliares de salud que trabajan en el área.
La puesta en marcha del Centro de Trasplante debe alegrar también a una mendocina y docente, Silvina Justel, quien en 2008 salvó la vida de un joven de 23 años de Cañuelas, provincia de Buenos Aires, quien padecía una leucemia muy grave, y al recibir una parte de la médula de nuestra coterránea, salvó su vida.
El noble gesto de la mendocina, entonces de 32 años, quedó registrado como el primer caso en el país de un trasplante con un donante argentino ajeno al grupo familiar.
Se ejecutó respetando los altísimos requerimientos y estándares que requieren operaciones de este tipo, y de esa manera se concretó un anhelo de la provincia. Se trata de un hito histórico en lo que respecta a servicios de salud para la población de Mendoza, ya que no existe en el Oeste argentino un centro de estas características.
La obra de células progenitoras hematopoyéticas (CPH) comenzó a desarrollarse en 2014, con una inversión del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), que oscilaba los 9 millones de pesos. En esta primera etapa se dejaron listas cuatro habitaciones individuales, con baños propios y aire filtrado absoluto. Luego se incluyeron las áreas de apoyo de enfermería, sector de lavado, local de desinfección, ambiente de acompañantes, administración y estar médico. Además, está conformado por la cabina de flujo laminar. Este primer trabajo quedó concluido en 2016.
La directora del Central, doctora Mariana Pezzutti, comentó que hasta ahora los pacientes tenían que viajar a distintos centros para tratarse, y eso implicaba un desarraigo de la provincia, no solamente del paciente sino también de un acompañante. Incluso, la provincia debía afrontar los traslados durante más de 30 días.
Por eso estamos en presencia de un adelanto en servicios y calidad de vida por el tiempo de prestación que se ofrece.
Debe considerarse por último que ser el primer centro de estas características pone a la provincia en un lugar de mucha importancia en materia sanitaria a nivel nacional.
