Comenzó la convocatoria en todo el país al Premio Vivalectura, que es una iniciativa del Ministerio de Educación de la Nación, a través del Plan Nacional de Lecturas, coordinada y realizada por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), y con el patrocinio de la Fundación Santillana.
Fomentar la lectura significa estimular esta actividad para que sea una práctica en la que los alumnos encuentren una determinada satisfacción, preguntas, respuestas y emociones. Que no sea un hecho forzado ni realizado por mera obligación.
Existen dudas sobre cuál es el interés de niños y adolescentes respecto del acto de leer y se sospecha que se encuentra varios peldaños por debajo de los estándares internacionales en la materia.
Sin embargo, no hay que dejar de mirar con optimismo los mecanismos que puedan dinamizar y apuntalar el placer de la lectura entre los más jóvenes.
El Premio Vivalectura, de larga trayectoria, va en esa dirección. Comenzó en 2007 y, a lo largo de todas sus ediciones, recibió más de ocho mil inscripciones de diferentes lugares del país y premió a 195 experiencias.
Su jurado contó con la participación de reconocidos autores y especialistas de literatura, como Mempo Giardinelli, Sylvia Iparraguirre, Luis Pescetti, Eduardo Sacheri, Juan Sasturain, Liliana Bodoc, Laura Devetach, Ana María Shua, Ema Wolf, Ricardo Mariño, Silvia Schujer, Mirta Goldberg, Ricardo Liniers Siri y Pablo De Santis.
Este año presidirá el jurado la reconocida narradora y editora María Cristina Ramos, nacida en San Rafael y residente en la ciudad de Neuquén. En el acto de lanzamiento del Premio, se sostuvo la importancia de “construir un país de lectores pensantes” y de “ayudar a visibilizar y a que podamos reconocer lo que se está haciendo con los que son lectores y necesitan la compañía, la mirada, la contención y el desafío del mediador y de un proyecto que los rodee y los contenga”.
Nuestra co provinciana también tiene claro el lugar de la literatura en las aulas. “La escuela –dijo en un reportaje- debería construir espacios de encuentro entre los chicos y la lectura. Los docentes que recuerdan de la infancia o de la adolescencia la intimidad posible con un libro, comprenden de otro modo la importancia que reviste el contacto con los libros, la posibilidad de bucear en ellos hasta encontrar algo que sea muy significativo para uno, que resuene hondamente en lo personal. Si la escuela permite esta exploración, si acompaña esta libertad desde el estímulo, la apertura de horizontes y la valoración, estará sosteniendo la construcción del lector”.
En el mismo sentido, la coordinadora del Plan Nacional de Lecturas, Natalia Porta López, afirmó que el concurso es un muestrario de lo que está sucediendo con la lectura en Argentina. Además, es conducente al fin esperado: que se haya incorporado una nueva categoría, que es el de la lectura a través de textos informativos en contexto de estudio.
Se admitirán proyectos de todas las provincias argentinas. Pueden inscribirse, en forma gratuita, experiencias de lectura en escuelas, bibliotecas, institutos de formación docente, universidades, centros culturales, hospitales, ONGs, empresas y particulares bajo diferentes categorías.
Los primeros puestos de cada categoría recibirán un premio dinerario y el reconocimiento de los ganadores se hará en la próxima Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en abril próximo.
Un buen estímulo para niños y jóvenes. El hábito por la lectura siempre favorece la apertura hacia la libertad de pensamiento.
