La variedad de incidentes de tránsito que se registran en los dos ingresos importantes que tiene el Gran Mendoza, los accesos Este y Sur, debe ser motivo de prevención de los usuarios que circulan por esas vías y de preocupación para las autoridades de control.
Cualquiera de esas dos opciones para entrar y salir de la ciudad capital, se encuentran congestionadas en distintos horarios, y resultan francamente peligrosas, a tal punto que muchas personas optan por tomar vías alternativas, aunque tengan que recorrer más kilómetros.
Durante la semana pasada, más precisamente el viernes 10, un camión se quedó sin frenos y provocó un choque en cadena en el que estuvieron involucrados por lo menos siete vehículos, entre ellos dos camionetas.
El hecho se registró alrededor de las 11, a la altura de la calle Valentín Alsina, en la mano que tiene dirección de marcha de Sur a Norte.
Allí se produjo un embotellamiento de vehículos como derivación de haber sido atropellada una mujer, que intentaba cruzar la doble vía de Este a Oeste, lo que obligó a un operativo de atención en el lugar y su traslado al Hospital Central. Este percance ocurrió frente a las instalaciones de La Barraca Mall, casi el mismo escenario donde en agosto de 2017 fue embestido el empleado Alan Vilouta, un joven de 20 años que trabajaba en ese centro comercial.
Como se explica, la aglomeración de tráfico fue inevitable debido al operativo de auxilio de la transeúnte.
En esas circunstancias, un rodado de carga, que se había quedado sin frenos, impactó el guardarraíl y un pequeño automóvil, que quedó parcialmente destrozado, y partir de ese momento se generalizó una colisión en cadena.
Pese a la espectacularidad del incidente, afortunadamente no se registraron víctimas graves y solo lesionados entre ocupantes de los rodados, afectados por golpes.
Lo ocurrido reactualiza el carácter de peligroso que acredita el Acceso Sur (lo mismo que el Este), aspecto que resulta inmanejable para las autoridades viales.
Las narradas son circunstancias que se repiten muy frecuentemente, y en este caso puede aplicarse la expresión coloquial: “fue un accidente con suerte”, ya que de haberse registrado la falla mecánica en uno de los transportes de carga internacional o en las unidades que transportan áridos, de gran tonelaje, probablemente las consecuencias hubieran sido otras.
Todas estas realidades de un tránsito caótico, nos mueven a reiterar que la ruta descripta tiene que ser ampliada lo antes posible en el tramo que todavía es de mano única, desde la rotonda de Paso hasta la calle Azcuénaga, en Luján de Cuyo.
Ese es el objetivo final y esperado, pero como ese emprendimiento se demora, al menos sería necesario comenzar a ejecutar un plan de reparaciones de calzada y banquinas.
En cuanto a la falla que ocasionó la colisión múltiple, la falta de frenos del camión, se la considera como un imponderable que sorprendió al propio conductor de la unidad, pero reactualiza el debate sobre la necesidad de las verificaciones técnicas del parque automotor que está rodando por calles y rutas.
El sistema es resistido por una parte de los conductores por sus altos costos, pero por el momento no se advierte de qué otra forma se podría tener información sobre cómo están los autos, camionetas y camionetas que circulan por las calles y rutas.
