Abnegada tarea médica en la pandemia

Médicos y otros integrantes del equipo de salud, vienen cumpliendo una destacada como sacrificada labor en la lucha contra el Covid-19. Debemos colaborar con ellos cuidándonos y el Estado debe tratar de mejorar sus remuneraciones.

Abnegada tarea médica en la pandemia
Abnegada tarea médica en la pandemia.

Nos hemos ocupado, en otras entregas de esta sección, de la ímproba labor que han desarrollado y siguen cumpliendo los equipos médicos en su lucha por atenuar los efectos del coronavirus.

Creemos que debe insistirse en ello porque la población necesita mantener la guardia alta, aún en esta etapa de la pandemia, en la que se observa más cercana la posible salida de la crisis sanitaria por la disminución de casos y la proximidad con el inicio del programa nacional de vacunación contra el peligroso patógeno.

Sin embargo, y como lo ha reiterado el presidente de la Nación en más de una oportunidad, la batalla contra el maléfico virus se sigue librando y la errónea interpretación de que “lo peor ya ha pasado” nos puede llevar a realidades que no queremos experimentar, como las segundas olas de contagio registradas en Europa y Estados Unidos.

Pero nuestro propósito en esta oportunidad no es analizar el cuadro de situación de la enfermedad en la provincia sino meditar, una vez más, sobre la esforzada y tesonera labor de los equipos de salud, tanto oficiales como privados, en esta difícil, complicada y extensa emergencia sanitaria que nos toca vivir en el territorio que habitamos.

Primero, señalar la enorme gratitud que debe expresar la comunidad a todas las personas que están en los hospitales y otros centros de atención de la enfermedad.

No nos referimos solamente a los médicos, tal vez uno de los sectores más afectados por su contacto directo con los pacientes, sino también a las enfermeras/os, camilleros, choferes de ambulancia, laboratoristas, encargados de la limpieza, personal de trabajo social y de recepción.

Todas esas personas se ocupan diariamente en las labores que curan el cuerpo y, varios de ellos, también se aplican en levantar el ánimo y el espíritu de enfermos y familiares.

Tal es el grado de compromiso que aplican estos profesionales que, en Mendoza, ya son muchos los que han resultado contagiados con Covid-19 y, además, se ha tenido que lamentar el fallecimiento de algunos de esos integrantes de las filas sanitarias, lo que generó operativos de prevención, como aislar al resto de los trabajadores y pacientes del lugar y reducir atenciones.

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) siguen siendo no hacer caso de la información falsa, no replicar discursos discriminatorios en contra de médicos y auxiliares y, por sobre todas las cosas, mantener con responsabilidad los cuidados en pandemia.

También terminar, por conductas permisivas y fuera de lugar, en una cama de terapia intensiva con un respirador.

En cuanto a la situación contractual y salarial de los profesionales de la salud, sigue vigente la reivindicación por contratos más seguros y una mejor recompensa remunerativa, que les permita equiparar sus prestaciones con lo que ganan que, en muchos casos, son valores muy depreciados.

Asimismo, el Estado provincial no debe descuidar la provisión en tiempo y forma de elementos de protección personal (EPP), esto con mayor incidencia en el ámbito privado porque la carencia de esos implementos puede significar el peligro de infectarse.

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