Habitar el espacio para entender la Tierra. Es una premisa inspiradora para desarrollar experiencias científicas que permitan diseñar modos de llegar a esos “territorios” poco explorados, por ahora, solo por quienes cuentan con recursos para hacerlo.
Si bien ya existen miles de satélites en órbita que nos dan telefonía, internet, TV por cable y cientos de aplicaciones más, todavía hay mucho por investigar. Nuestro país ha podido enviar satélites al espacio, pero la posibilidad de lanzarlos desde nuestro suelo todavía es un punto pendiente. Por eso un grupo de investigación de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria (FCAI), perteneciente a la UNCUYO, en conjunto con otras universidades del país y Latinoamérica, tiene el propósito de colocar soberanamente nanosatélites en órbita baja a través de la construcción y operación de un nanolanzador satelital de acceso rápido al espacio.
El primer minisatélite argentino nació en una escuela pública y será lanzado hoy
El Proyecto Universitario de Lanzadores Espaciales (PULE) es una instancia académica de innovación abierta. Impulsa el desarrollo nacional de tecnologías de punta, el mercado del transporte de nano y picosatélites en la región y la formulación de proyectos educativos orientados a la formación de futuros tecnólogos y tecnólogas en la materia. El proyecto abarca etapas de diseño, construcción y operación de un nanolanzador satelital de acceso rápido al espacio, con el propósito de colocar soberanamente nanosatélites en órbita baja.
Esta iniciativa permite, además, la promoción y divulgación de la ciencia y tecnología en colegios primarios, secundarios, centros de formación y empresas del sector, como así también promover la interrelación con otras universidades e Institutos del país, el continente y el resto del mundo.
Mirada satelital
“Desde el área de Vinculación del Rectorado de la UNCUYO, a través de la Facultad de Ciencias Aplicadas, propusimos aplicar un área que permita planificar el Programa de Acceso al Espacio Universitario”, afirmó a Unidiversidad Martín Moyano, ingeniero y secretario de Extensión y Vinculación de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria (FCAI) de la UNCUYO.
Desde la Universidad se pensó cuáles podrían ser los perfiles óptimos para este programa y se resolvió que la ingeniería química y la ingeniería mecánica son los pilares esenciales para desarrollar estos lanzadores. “Vimos una necesidad muy fuerte del país para poder ubicar soberanamente cargas de pequeños satélites, ya que, hasta el momento, todos los satélites argentinos tienen que ser trasladados hacia otros países para poder ser lanzados y puestos en órbita”, señaló Moyano.
“Los satélites van a ser desarrollados por terceros; por ende, nuestra idea es brindarles la plataforma y la infraestructura necesarias para lanzarlos. El trabajo de la Universidad será poner en marcha el nanolanzador (que se compone de tres etapas y es de combustible sólido). El desarrollo de la célula lo haríamos en la Facultad, mientras que la Universidad de Mendoza aportaría una mirada desde el área de la electrónica”, destacó el secretario de Extensión y Vinculación de la FCAI.
Objetivos del PULE
- Diseñar y producir un vehículo universitario capaz de lanzar una carga útil de 4 kilos a un costo significativamente menor que el precio del mercado;
- Formar de capital humano;
- Desarrollar tecnología propia;
- Dar respuesta a un nicho de mercado de los nanosatélites que requieran órbitas inusuales o un tiempo de lanzamiento específico;
- Exportar tecnología y know-how.
En defensa del PULE
A principios de mayo se realizó una reunión virtual con autoridades de la Jefatura de Gabinete del Ministerio de Defensa de la Nación (Mindef), junto a miembros del Grupo Asesor para el Desarrollo de Tecnologías Aeroespaciales-GTA, la secretaria de Ciencia Técnica y Posgrado y el secretario de Extensión y Vinculación de FCAI UNCUYO.
Este encuentro se enmarcó en el Programa de Acceso al Espacio Universitario que lleva adelante la UNCUYO. Allí se presentaron las pautas de trabajo y los lineamientos para la firma de un convenio específico que tiene por objetivo general establecer las condiciones de participación, colaboración, capacitación e intercambio recíproco entre la FCAI y el Mindef en aspectos fundamentales como el académico, el tecnológico-científico y de perfeccionamiento en ingeniería, específicamente para llevar adelante el PULE.
Si bien es muy temprano para hablar de plazos, desde la FCAI estiman que no es algo inalcanzable y muy complicado de desarrollar; incluso cuentan con el diseño terminado. “Si bien tenemos gran parte del proyecto diseñado, nos está haciendo falta poder llenar el nanolanzador con el combustible sólido, y el único que tiene la capacidad en la Argentina es el Ministerio de Defensa. Por ende, el proyecto tiene como finalidad establecer una colaboración conjunta para que la UNCUYO lidere el proyecto de lanzadores espaciales, junto con otras universidades nacionales”, agregó Moyano.
“La idea es comenzar a trabajar con el proyecto lo antes posible para luego obtener la homologación por parte del Ministerio de Defensa, sobre todo en la fabricación de propulsantes. De esta manera, estimamos que, si todo va por los carriles correctos, podríamos tener el prototipo armado y en condiciones de operatividad de cara a los próximos dos años”, continuó.