El Día del Terremoto: del supersismo a la inconciencia sísmica

Hace 161 años Mendoza sufría el mayor cataclismo en su historia. Por eso, cada 20 de marzo es el Día Provincial de la Prevención Sísmica. Qué percepción y conocimiento tenemos sobre los sismos. ¿Las condiciones de las estructuras actuales se ajustan a los códigos de seguridad sísmica?. Responde un experto de la UNCUYO.

El Día del Terremoto: del supersismo a la inconciencia sísmica
La Ley 9052, que estableció cada 20 de marzo como el Día Provincial de la Prevención Sísmica, obliga a las escuelas a realizar simulacros para que la comunidad sepa cómo actuar frente a un temblor (Foto archivo Prensa Gobierno de Mendoza)

Cuando todo se estremece es cuando nos recordamos que estamos en un territorio donde el subsuelo brama y se sacude. Hay una idea previa al temblor, pensamos que nos puede ocurrir. Pero eso no quiere decir que tengamos conciencia de ese fenómeno llamado terremoto. Esta descripción parece una obviedad, pero muchas veces lo que parece evidente no lo es en la realidad. Por eso en 2018 la Legislatura de Mendoza sancionó la ley 9.052 que declara al 20 de marzo el Día Provincial de Prevención Sísmica.

El Día del Terremoto

Los registros señalan que el cataclismo se produjo a la 20:36 del 20 de marzo de 1861, cuando muchos habitantes de la antigua ciudad se preparaban para ir a misa y otras personas se disponían a descansar.

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El sacudón destruyó la capital provincial y causó la muerte de alrededor de 5 mil personas, en una población estimada en unos 11.500 vecinos y vecinas, según los datos de la época. Sin embargo, la arquitecta Silvia Sirvini, del área de Patrimonio Arquitectónico del Conicet, señala en el documental “Mendoza ciudad sísmica”, que la población llegaba a 18 mil personas de las cuales 6 mil murieron por la catástrofe. También dice que fue el desastre natural que -proporcionalmente- produjo mayor cantidad de muertes al llegar al 30% de la vecindad.

“La mayor parte de las edificaciones se desmoronaron, incluyendo al Cabildo (Casa gubernamental en la época colonial) y la Basílica de San Francisco”, describe la crónica legislativa. Después sobrevino el post terremoto que fue como un tsunami de agua, fuego y escombros que tapó cualquier rastro humano y dejó a la población sobreviviente indefensa.

En los fundamentos de la ley se consigna que un estudio del CRICYT describe el perfil de riesgo sísmico que tiene nuestro territorio. “La ciudad de Mendoza se encuentra en una zona de elevada peligrosidad sísmica, a partir del marco de la teoría de tectónica de placas. La convergencia entre la placa Sudamericana, sobre la que vivimos, y la placa de Nazca, ubicada bajo el océano Pacifico, produce un régimen compresivo, lo que lleva a la formación de fallas geológicas. El movimiento de los bloques de falla libera energía que se desplaza a través de la corteza como ondas, provocando el sacudimiento del suelo, lo que conocemos como sismos o terremotos”, explica el texto legislativo.

Problemas estructurales

El ingeniero Carlos Llopiz conduce el Instituto de Mecánica Estructural y Riesgo Sísmico (Imeris). Este área de investigación y control de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO ya tiene un desarrollo de 16 años. Precisamente allí se analizan las estructuras edilicias y los daños que pueden sufrir por un temblor o un terremoto. Su tarea acompaña el desarrollo inmobiliario de la región en su necesidad de da garantía de seguridad sísmica.

Carlos Llopiz, experto en estructuras sismorresistente de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO.
Carlos Llopiz, experto en estructuras sismorresistente de la Facultad de Ingeniería de la UNCUYO.

Algunas definiciones

  • Control de riesgo. “El Riesgo Sísmico está asociado a la vulnerabilidad, teniendo en cuenta el alto grado de peligro sísmico que implica estar en una zona como Mendoza con sismicidad elevada. La buena noticia es que ya INPRES CIRSOC aprobó nuevos reglamentos (códigos de construcción) como los de acciones en general de julio 2018, y el más reciente, de mucha trascendencia, IC-103-II, versión Abril 2021. Estos reglamentos están a la altura de los más modernos en el mundo. Como siempre, la clave está en que sean adoptados por las municipalidades y gobierno, y que los profesionales lo apliquen. En eso aún nos falta mucho”.
  • Calidad de los controles. “Los controles básicamente apuntan a tres aspectos: control de materiales, control de diseños estructurales y control de ejecución en obra. Para el control de materiales la Municipalidad de Capital hizo un avance importante al implementar lo que el código ya exigía siempre: control de hormigones. No es el caso de otros municipios”.
  • Sin adecuarse. “Con relación a controles de Diseño Estructural (mal llamados Cálculo y Verificación Sísmica) aún son deficientes pues no terminan de adoptar en forma exclusiva los nuevos reglamentos”.
  • Falta formación. “Para el control de obra, en mi opinión, aún falta conciencia en lo relativo a formación de inspectores de obra. Es un tema de educación y preparación sobre el que hay que trabajar mucho todavía”.
  • Con formación. “Hoy en el IMERIS se apoya fuertemente a las materias de Ingeniería Civil, a través de trabajos experimentales con los estudiantes. Ellos responden con mucho entusiasmo a esas tareas. Además, son educados con los nuevos reglamentos”.
  • Ensayo de apagado. “Se está preparando un ensayo muy importante en escala natural de parte del reactor nuclear CAREM 25. Se trata del mecanismo de apagado del reactor cuando se detecte la ocurrencia de un sismo importante. Será ensayo dinámico con actuadores eléctricos de gran potencia”.

“Estudios realizados por el CRICYT y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCUYO, ha demostrado que el 80 por ciento de la población mendocina no tiene una clara percepción del riesgo sísmico y en Mendoza se necesita un trabajo intensivo, sostenido y sustentable para generar una cultura de la prevención”, remarca el texto que fundamenta la norma impulsada por el entonces diputado Gustavo Villegas.

Ocho de cada diez de las personas que habitan Mendoza no le presta atención a esta amenaza que serpentea silenciosa bajo tierra. Tener un Día de la Prevención Sísmica no es más que una manera de ponerle un cascabel, un recordatorio que llame a la acción frente a una indiferencia que puede resultar letal.

¿Hay diferencias entre un terremoto, un sismo y un temblor?

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