El Comité de Operaciones de Emergencia Cantonal (COE) de la isla Isabela, en el Archipiélago de Galápagos, ordenó la reapertura parcial del sitio de visitas del volcán Sierra Negra, en erupción la semana pasada, informó el Ministerio de Turismo de Ecuador, según consignó el Diario El Comercio.
El matutino continuó: "En un comunicado, el Ministerio indicó que está preparado "para atender cualquier eventualidad en caso de alguna emergencia relacionada con este hecho". Recordó que, a fin de cuidar de la seguridad de los turistas y prestadores de servicios turísticos, mantiene activado su Plan de contingencia.
El Parque Nacional Galápagos detalló que entre las medidas de manejo implementadas para el ingreso de visitantes a la zona establecida del volcán Sierra Negra mientras se mantenga la alerta naranja, figura que los visitantes cuenten con implementos de seguridad (mascarilla desechable, lentes de sol, pantalones largos, camisas mangas largas y zapatos apropiados para el terreno).
Aparte de esos implementos, el guía deberá contar con un equipo de primeros auxilios y solo en caso de evacuación se permitirá el ingreso de vehículos motorizados para movilizar a los visitantes hacia la Caseta de control El Cura, apuntó.
Más adelante, el diario El Comercio destacó que el Instituto Geofísico, indicó elmartes 3 de julio del 2018 que a las 06:17 hora local (11:17 GMT) se registró un sismo de magnitud 3.3 y algo más de una hora después, ocurrió otro de 3.4 grados en la escala abierta de Richter.
Según el más reciente reporte del Instituto Geofísico, se mantiene "altaW la actividad del volcán Sierra Negra, en el archipiélago de Galápagos, situado a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas.
El Sierra Negra, que entró en erupción la última semana de junio, es uno de los cinco volcanes activos de esa isla Isabela, la más occidental de Galápagos. Su cráter tiene un diámetro de 10 kilómetros y antes de la erupción de esta semana se registraron otras en 1979 y 2005, según datos de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG).
Las autoridades decretaron la alerta naranja por la erupción del volcán y ante el descenso de la actividad sísmica, el COE resolvió autorizar el retorno a sus localidades a las personas evacuadas.
Las Galápagos están formadas por 13 islas que cuentan con varios edificios volcánicos, los más importantes en Isabela y Fernandina. Las islas Galápagos fueron declaradas en 1978 como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.
El archipiélago debe su nombre a las grandes tortugas que la habitan, y sus reservas terrestre y marina contienen una rica biodiversidad, considerada como un laboratorio natural, que permitió al científico británico Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.
A 1.000 km de la costa
A las Galápagos se puede llegar por aire desde Quito o desde Guayaquil. Están a 1.000 kilómetros de la costa continental, en el océano Pacífico. La isla más grande —y la de visita obligada— es Isabela, a la que se puede llegar desde la isla de Santa Cruz en una lancha rápida que asusta y marea incluso a los turistas valientes.
En contra de lo que se suele creer, no hay cupo de entrada ni requisitos burocráticos especiales. El viajero puede planear su ruta con libertad, reservar hoteles a su antojo y contratar sobre el terreno —es más barato— las excursiones que desee.
Un aviso a los desorientados: Galápagos no es un archipiélago de islas paradisiacas. No tiene paisajes tropicales y exuberantes, no está lleno de playas idílicas.
Son islas de origen volcánico en las que en muchas zonas no hay ni siquiera vegetación. Su belleza está justamente en ese aspecto desabrigado, anterior al tiempo.
Los leones marinos, los delfines, los pinzones, las tortugas, los caballitos de mar, los pelícanos o incluso los tiburones están al alcance de la mano, no rehúyen la cercanía. Las iguanas se agolpan en los caminos, las tortugas gigantes marinas nadan junto a los turistas que practican el snorkel y los piqueros de patas azules —unas aves bellísimas— se cortejan o se aparean en presencia de los visitantes. Esa ausencia de miedo es lo que asombra.
Patrimonio
UNESCO 1978. Estas islas son un museo y un laboratorio viviente de la evolución, único en el mundo.Están situadas en la confluencia de tres corrientes oceánicas y concentran una gran variedad de especies marinas.
Su actividad sísmica y volcánica ilustra los procesos de su formación geológica. Estos procesos han originado el desarrollo de una fauna singular con especies como la iguana terrestre, la tortuga gigante, cuyo estudio inspiró a Darwin la teoría de la evolución por selección natural, tras su viaje a estas islas en 1835.