De ser uno de los economistas más populares pasó a ser uno de los prófugos más buscados de Chile: Rafael Garay protagoniza una intrincada historia de engaños que incluye desde el padecimiento de un cáncer terminal hasta una preparada huida, en una saga que acapara la atención de los chilenos.
Como si tratara de una telenovela, el "Caso Garay" suma capítulos día a día, con detalles insólitos que derribaron la imagen de quien fuera hasta hace una semana y por más de una década uno de los economistas más creíbles del país, comentarista frecuente de medios de comunicación, candidato a senador y últimamente defensor de sonadas estafas piramidales de las que hoy se sabe formaba también parte.
La dosis de drama la puso él mismo, cuando hace meses reveló públicamente que padecía un agresivo cáncer cerebral que le auguraba pocas semanas de vida. En varios programas de televisión entregó detalles de los insufribles dolores que padecía y del terrible tratamiento al que debía someterse.
Hoy, sin embargo, la Justicia estableció que no existe registro de su tratamiento en los hospitales de Chile y Francia donde aseguró haber estado internado, en un engaño que se cree formaba parte de su planificada huida de Chile dejando atrás una estela de mentiras y a más de 40 personas estafadas.
La Interpol lo busca ahora en Rumania -el último lugar donde se tiene registro de él-, mientras que en Chile su caso copa los medios de comunicación, sorprendiendo más que por el monto de su estafa -valorado de momento en cerca de 1,2 millones de dólares-, por el alcance de sus mentiras.