Los hermanos Sebastián (35) y María Belén Nievas (36), iniciaron un negocio que promete romper con las estructuras de la sociedad mendocina, y se suman a una tendencia que busca que la experiencia en gastronomía vaya más allá de los sabores, y que integre las nuevas formas de consumir con el gusto por compartirlo en las redes sociales.
Ella arquitecta, y el dedicado al comercio en el extranjero, decidieron invertir en Mendoza, y sorprender con un producto nuevo, para lo que sumaron la experiencia de un primo chef, y muchos ahorros personales. Así crearon “Bergamota”, que lejos de estar relacionada con la fruta cítrica que se utiliza para dar sabor al clásico té ingles, es una marca que hace referencia a la forma de pene con la que hacen los wafles.
“Quisimos traer un wafle que rompiera con los esquemas de la cabeza de las personas, es un negocio que ya existe, y que suma diversión a la experiencia. Está en Europa, en Chile, en Estados Unidos, y durante la pandemia abrieron uno en Córdoba y la rompieron. Nosotros nos propusimos ser los primeros en Mendoza, explicó Sebastián.
El negocio lleva abierto pocos días, bajo la forma de take away, y están esperando poder sumarse a plataformas de envío antes del fin de semana, además de sumar mesas para que sus clientes puedan comprar los wafles, sacarse fotos y poder pasar un buen rato en el local ubicado en 25 de Mayo al 1246 de Ciudad.
“Como la mayoría de los negocios, hoy se busca incorporar a la experiencia, las interacciones en redes sociales, que la gente se ría, y que vea con otros ojos la posibilidad de sacarse una foto con un producto que tiene forma de pene. La idea es romper con los esquemas, y disfrutar de algo que es rico y sabroso. Vimos esto en Barcelona, y en los negocios había turistas y ciudadanos, de todas las edades esperando por comprarlos”, comentó el emprendedor.
El sabor de los wafles, precios y los rellenos
La masa base es de sabor vainilla, luego los clientes tienen la posibilidad de optar entre coberturas de chocolate, blanco, negro o rosado, y toppings como confites y granas. Además, algunos incluyen rellenos (barras de kit kat, golosinas, etc.)
En cuanto a los precios, Sebastián comentó que van de $200, para el wafle sin aditivos a $400, para la opción más completa. “Buscamos ofrecer precios realmente económicos, sabíamos que primero íbamos a chocar con las cabezas (preconceptos), pero no queríamos chocar con los bolsillos”, señaló el emprendedor.
En adelante, la idea es expandirse a otros puntos de la provincia, abrir sucursales en San Rafael y la Zona Este, y quizás franquiciar.
“Estuvimos dos o tres meses maquinando la idea, lo más difícil fue traer la máquina desde China, pero finalmente el viernes de la semana pasada abrimos, y este fin de semana vamos a hacer la inauguración formal”, agregó.