El calendario oficial indica que el próximo lunes 1° de marzo inicia el ciclo lectivo 2021 en las escuelas mendocinas. Pese a esto, el movimiento en librerías, zapaterías y locales de indumentaria escolar es mínimo y nada tiene que ver con un año normal.
En parte, la merma se debe a que este año se implementará una modalidad de cursado mixto entre lo presencial y lo virtual, que se definirá en cada establecimiento. Desde diferentes locales advierten que los clientes se están manejando con cautela en sus compras, esperando a conocer cómo se desarrollará el ciclo escolar, en un año totalmente atípico.
De los artículos de librería, se está vendiendo apenas un 30% de lo que se comercializa usualmente para esta época. Si bien en la última semana más clientes se han acercado a comprar los útiles, para Gustavo Fernández, presidente de la Cámara de Librerías, Jugueterías y Papelerías de Mendoza, aún no se puede hablar de recuperación.
“Pensábamos que esta semana iba a haber un movimiento más importante del que ha habido, pero también somos conscientes de que el regreso en algunos casos se da escalonado y no todos arrancan esta semana. Esto nos da un margen de tiempo más en el que pueden incrementar las ventas”, consideró.
Esto en cierto punto es positivo para las librerías, ya que según Fernández les ha permitido afrontar mejor la falta de mercadería que se ha dado en algunos casos. “Hay empresas que no han fabricado al 100% de su capacidad y han generado pequeños faltantes de stock, por lo que este tiempo nos ha dado un margen de reposición”, declaró.
Tampoco juega a favor el comportamiento de los precios. Los productos han presentado un incremento promedio de entre el 48% y 50% y en el caso de los artículos importados, los ajustes han sido mayores. En cuanto a las ventas, para Fernández aún es prematuro estimar un gasto promedio entre los consumidores (en la segunda semana de marzo esperan tener datos más precisos), pero sí remarcó que ninguna de compra es inferior a los $2.000.
Lo más requerido es lo relacionado a la escritura (marcadores, resaltadores, lapiceras y lápices, entre otros), blocks de hojas y cuadernos. Mientras que los artículos que más han caído son las carpetas de dibujo, biblioratos, cartucheras y mochilas.
Otro patrón que se repite en las librerías es que los únicos que compran listas completas son aquellos que cambian de ciclo y deben llevar útiles totalmente distintos. Al resto, en cambio, le ha quedado el material casi intacto del año pasado.
Compra-venta virtual
En el caso de la indumentaria, en los grupos de WhatsApp o Facebook creados durante el tiempo de aislamiento para mantener el contacto en la virtualidad se viene repitiendo un patrón respecto a uniformes y guardapolvos.
Es que en 2020 fueron apenas dos semanas en las que los chicos usaron la ropa escolar, por lo que a muchos no solo les quedó intacta, sino que al crecer también les quedó chica. Una de las salidas que encontraron los padres es la venta de esos uniformes o guardapolvos a través de estos grupos. Algunos los ofrecen a un precio más accesible que uno nuevo, en tanto que otros los regalan porque ya no los podrán volver a usar.
También hay de los que prefieren comprarlos nuevos. En este caso, Beti Retamales, encargada de Tres Gorditos, empresa fabricantes de guardapolvos, comentó que la mayoría de los compradores son padres de chicos que inician un nuevo ciclo, como por ejemplo el paso de jardín a primer grado. Las ventas, sin embargo, están cayendo 40% respecto a los niveles del año pasado.
“Tenemos demanda, pero no como otros años. Se nota que la gente está indecisa con el tema de los uniformes”, manifestó Retamales sobre estos productos, que han tenido un incremento de alrededor del 50% respecto al 2020.