Para conocer los datos oficiales de inflación -del Indec a nivel nacional y de la DEIE para la provincia- habrá que esperar hasta el miércoles 14 de junio. Sin embargo, la consultora Evaluecon realiza un cálculo propio, que difunde el último día hábil del mes. Según este relevamiento, en mayo, la suba de precios promedio en Mendoza alcanzó el 10,56%.
“La inflación parece no tener techo, viene con una inercia imparable y con un gobierno que dejó de lado la ‘guerra contra la inflación’ para priorizar otras variables macro, que le den algo de ‘oxígeno’ y llegar en mejores condiciones a las elecciones”, plantea el informe. Y suma que sin un plan de estabilización y sin credibilidad y confianza no se va a poder ‘domar’ la inflación, pero que es imperioso que el gobierno y el Banco Central empiecen lo antes posible a ‘desarmar las ollas a presión’ que están operando actualmente. “Caso contrario, la economía puede empeorar mucho más”, advierten.
A diferencia de la medición oficial de la inflación, por parte del Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) y la DEIE (Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas), que relevan una canasta de precios en el Gran Mendoza -donde se concentra el el 80% del consumo provincial-, Evaluecon releva el gasto promedio de unas 800 familias en toda la provincia, tomando alrededor de 1.000 productos de alta rotación (alimentos frescos y envasados, bebidas, artículos de limpieza, cosmética, perfumería, vestimenta, entre otros).
Desde la consultora resaltan que, al incluir el “interior” de la provincia, los valores cambian sustancialmente, debido a las realidades de cada zona o pueblo de Mendoza. Asimismo, para llegar a la muestra se incluyen no sólo los supermercados, sino también comercios de barrios, almacenes, verdulerías, carnicerías, autoservicios, minimarkets, drugstores, maxikioscos y minishops en las estaciones de servicio. Y, en los últimos meses, los supermercados “chinos o coreanos”, con el fin de mejorar la calidad del índice. Esto, porque sólo entre un 30% y en 40% de las compras de las familias se realizan en los supermercados y porque en ciertas zonas no hay uno a menos de 50 kilómetros.
El IPC de mayo ha sido influenciado, señala Evaluecon, por los aumentos de medicamentos, servicios médicos, combustibles, artículos de librería, alquileres, indumentaria, calzado, esparcimiento, rotisería, harina, pan, aceite, fiambres, carne, frutas, verduras, lácteos, artículos de limpieza del hogar, artículos higiene personal, repuestos del automotor, artículos de perfumería, insumos electrónicos, artículos de computación, artículos de ferretería, servicios profesionales, telefonía celular, servicio de internet, etc.
Además, toman la inflación general, del 10,56% con respecto a abril, y cuál ha sido para distintos grupos de ingresos, de acuerdo a la composición de sus canastas. Así, la suba para las familias pobres fue del 11,35%; para las de clase media, del 11,05%; para las de clase media alta, del 10,20%; y para las de clase alta, del 9,65%.
“Por ahora, el Gobierno se enfoca más en las reservas del Banco Central, en fondos frescos de organismos como el FMI, swaps con China, etc, que le den cierta tranquilidad hasta fin de año. Dado que al abandonar la batalla contra la inflación, se enfocan en que no ocurra una fuerte corrida cambiaria. Lamentablemente, el piso de inflación ya está por arriba del 8% mensual en promedio, pero hay rubros dentro del IPC que tienen una base del 12% mensual y son de los más sensibles al bolsillo”, analiza el informe.
“Con los aumentos ya anunciados para junio, más julio estacional, y alguna que otra corrida cambiaria, tenemos asegurado casi dos meses más de altísima inflación. Esto acorta el horizonte temporal de las decisiones de todos los agentes económicos a días”, plantea. Y advierte que al Gobierno casi no le quedan herramientas efectivas para que la situación no empeore más aún.