Sin un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en marzo Argentina deberá afrontar el pago de U$S 3.200 millones y durante este año completar también desembolsos por U$S 19 mil millones, un monto que supera ampliamente el nivel de reservas que dispone el país y que lo dejará en cesación de pagos. Si esto sucede, Mendoza perderá acceso al financiamiento internacional y todo el país se enfrentará a un escenario de aceleración de la inflación y falta de dólares, entre otros problemas.
Sin financiamiento
Una potencial caída en default traería múltiples consecuencias. Una de las más graves para Mendoza, sería la pérdida de financiamiento. Enrique Vaquié, ministro de Economía de Mendoza, explicó que los socios del FMI son los mismos que participan en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en el CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), entre otros organismos. “Por eso, si Argentina no paga, Mendoza perderá financiamiento. Los programas nuevos que se podrían implementar se suspenderían”, aseguró.
“Aquellas obras que ya están en ejecución, para los que ya se firmó un contrato operativo entre el banco y la empresa que está haciendo la obra, continuarían, como es el caso de al ruta 82 (el BID prestó U$S 50 millones a Mendoza). Sin embargo, entrarían en una zona gris, que va a depender de la profundidad y el tiempo que dure el default, la continuidad de aquellos proyectos que ya están aprobados, pero no tienen contrato firmado entre el banco y la empresa”, alertó Vaquié.
Se mostró de acuerdo Victor Fayad, ministro de Hacienda de Mendoza, aunque aclaró que técnicamente no hay vinculación formal entre un default en el FMI y los otros organismos. “Los acuerdos firmados por Mendoza no tienen cláusulas de cross default. Dichas cláusulas hacen que al dejarle de pagar a un organismo, el deudor entre en default con todos aquellos a los que les debe dinero. Como ese no es el caso, Mendoza seguiría teniendo acceso a otros organismos, al menos desde lo técnico”, comentó.
De todas formas, Fayad señaló que en la práctica es muy probable que pase lo indicado por Vaquié. Es decir que Mendoza no perdería los fondos ya comprometidos, pero sí aquellos planificados a futuro. “Muchos de los fondos del BID vienen a través de Nación y se gestionan a través del Prosap y Enohsa, que ejecutan obras para el manejo del recurso hídrico. Eso flujo de dinero se va a achicar o se cortará”, lamentó.
“El otro ingreso que tenemos hoy a través del BID es el que se está dando por la obra de la ruta 82, pero entendemos que ese no tienen ningún riesgo”, insistió.
El escenario macro
De acuerdo al análisis de Vaquié, si Argentina entra en default la incertidumbre económica será mucho mayor, lo hará subir el dólar en sus diferentes versiones y en consecuencia, provocará más inflación. “Por otro lado va a haber menos dólares. Esto limitará por ejemplo a los importadores, que no van a poder conseguir los dólares para ingresar mercadería. Todo eso va a terminar impactando en la actividad de la economía y en ese contexto, golpeará también al Gobierno de Mendoza”, sostuvo el ministro de Economía.
De acuerdo con un informe de la consultora Equilibra, el incumplimiento con el Fondo implicaría el cierre del acceso al financiamiento a la mayoría de los organismos financieros internacionales y el pago de intereses punitorios al Club de París. Además, el sector privado perdería cartas de crédito de exportación, acceso preferencial a mercados internacionales e inversión extranjera.
Asimismo, advierten que la actividad caería en promedio 2% (en contraste, el FMI previó un crecimiento similar, en caso de que se logre cerrar un acuerdo); la inflación se aceleraría al 85% y no habría una reducción del déficit primario ya que la falta de financiamiento se cubriría con emisión.
El economista José Vargas, titular de Evaluecon, señaló que el problema se agravará hacia el mes de marzo, si no se logra cerrar un acuerdo porque las reservas netas del Banco Central no cubrirán el pago. Si no se logra un nuevo programa a 10 años con revisión de sobretasas, el Gobierno deberá pagar 19.300 millones de dólares en 2023 y 4.900 millones de dólares en 2024.
“Hoy hay demasiada tensión en las negociaciones, si no se paga, primero se entrará en mora y después, cuando el directorio del Fondo reciba las notificaciones, habrá default (cesación de pagos). Vamos a tener una corrida cambiaria, superior a la de los últimos días, los bonos y acciones van a caer, y no va a haber financiamiento para el sector privado”, comentó.
De acuerdo con Vargas, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, o cualquiera de las instituciones que forman parte del Grupo del Banco Mundial dejarán de ser una opción para la Argentina.
“En Mendoza, en particular, la provincia tendrá consecuencias de manera directa porque sus empresas están buscando financiamiento en el exterior de manera continua, sobre todo porque para la provincia el comercio exterior tiene un rol fundamental. Que Argentina decida no pagar será muy complejo para Mendoza, no se podrá hallar financiamiento, o será excesivamente caro”, cerró el titular de Evaluecon.
Para Daniel Garro, CEO de Value International Group, con o sin arreglo el panorama para el país y la provincia no es bueno; pero si no hay acuerdo, será peor. “La negociación implica una simple postergación de pagos. El Gobierno (nacional) busca dos o tres años para terminar lo mejor posible su gestión, ganar nuevamente y después se verá, pero el próximo año ya tiene que cumplir con las renegociaciones de deuda con los privados”, comentó.
El posible recorte del gasto
No cerrar un nuevo acuerdo con el FMI y de pagarle bajo las condiciones establecidas al momento en que se tomó la deuda, significaría para Argentina eliminar a cero todo el gasto de capital; todos los subsidios de energía y transporte. “Es insostenible eliminar por completo las políticas alimentarias y sociales”, señaló el ministro de Economía, Martín Guzmán, al defender el Presupuesto 2022 ante la Comisión de Hacienda en Diputados a mediados de enero. El funcionario agregó también que se eliminarían las “transferencias corrientes a las provincias y el financiamiento a las universidades”.
El impacto de eliminar los beneficios sociales para Mendoza sería fuerte. Solo Anses inyecta 14 mil millones de pesos por mes por pago de jubilaciones, pensiones y programas sociales. Tiene más peso en la economía provincial que la vitivinicultura y el petróleo y casi equipara el presupuesto provincial.
Los programas alcanzan a 332.000 jubilados, 395 mil pensionados, 419.293 que reciben asignaciones familiares (incluida la gente que cobra Asignación Universal por Hijo y Asignación Universal por Embarazo), seguro por desempleo 6.972 y 63.344 por el programa hogar.