Un grupo multidisciplinario de expertos trabajó en la provincia de Mendoza durante cinco años para encontrar una respuesta con base científica a la pregunta: “¿Qué es lo que hace único al vino?”. Y sin dudas lo lograron con tan buenos e inéditos resultados que su investigación fue tomada por la revista británica especializada Scientific Reports -una de las publicaciones de la prestigiosa Nature-.
La iniciativa surgió del Catena Institute of Wine (CIW), el sector de investigación de Bodega Catena Zapata creado en 1995 por Laura Catena. El equipo del CIW, liderado por Roy Urvieta (Director de Enología) y Fernando Buscema (Director Ejecutivo) contó con socios nacionales e internacionales, con especialistas en climatología, bioquímica y ciencias agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, el Conicet, la Universidad Juan Agustín Maza y la Universidad de Linfield (Oregon, Estados Unidos), según publica Clarín.
“Terroir and vintage discrimination of Malbec wines based on phenolic composition across multiple sites in Mendoza, Argentina”, es el título del artículo que desarrolla los datos obtenidos luego de análisis exhaustivos de diversos suelos de viñedos y las características de los vinos obtenidos a lo largo de tres añadas (2016, 2017 y 2018), todos vinificados en forma estandarizada.
¿Qué descubrieron?
Conocido es que el terroir es un factor determinante para el resultado final de cada botella. La combinación única de tipo de suelo, altitud, clima, varietal y estrategias vitivinícolas es determinante, pero gracias a esta investigación este conocimiento ahora tiene aval científico. El estudio demostró que el terroir puede identificarse con alta precisión mediante el análisis químico de la bebida nacional. Es decir: se puede probar científicamente la singularidad de un vino de acuerdo con su lugar de origen, independientemente del año en que fue elaborado.
“Los vinos más exclusivos y caros del mundo, los Pinot Noir de Borgoña, son admirados por su capacidad de demostrar el sabor único de cada región o parcela. Este estudio demuestra también que el Malbec difiere marcadamente en sabor de un lugar a otro y entre parcelas cercanas. La propagación de estos resultados ayudará a aumentar el prestigio del Malbec argentino en el mundo”, dijo al mencionado medio Laura Catena.
La muestra del estudio estuvo compuesta por un total de 201 vinos de tres añadas diferentes, producidos en iguales condiciones, con uvas cosechadas con el mismo grado de madurez provenientes de 23 parcelas diferentes en 12 indicaciones geográficas de Mendoza. Las herramientas de estadística quimiométrica utilizadas para el análisis permitieron predecir el origen y la añada de cada Malbec.
El equipo de investigadores decidió compartir los resultados del estudio con Scientific Reports. El paper logró pasar el riguroso filtro editorial de la publicación británica y vio la luz el 3 de febrero de este año.
“La investigación científica, bien hecha, con buenos controles y mediciones, nos ayuda a entender cada suelo y clima, y descubrir nuevos lugares para producir vinos únicos y añejables. Con la amenaza actual del cambio climático no tenemos cientos de años para experimentar a través de la prueba y error sin rigurosidad científica”, agregó Catena.