El informe más reciente del Relevamiento Vitivinícola Argentino, que está realizando el INV, analiza la comercialización y muestra, entre un buen número de variables, cómo evolucionó la participación en los mercados interno y externo de cada una de las regiones vitivinícolas. En lo que respecta a Mendoza, la zona Norte incrementó 1.700% el volumen de exportaciones en la última década y la Este, un 213,6%; el Valle de Uco elevó 96,8% sus ventas para consumo interno, mientras las zonas Centro y Sur disminuyeron la cantidad de hectolitros en ambos mercados.
Aunque se trata de variaciones muy significativas en porcentaje, se debe tener en cuenta que la zona Centro, que comprende Luján, Maipú, Guaymallén y Godoy Cruz –principalmente los dos primeros- es la primera en el país en comercialización de vinos, ya que concentra el 39% del mercado interno, el 52,5% del volumen de vino exportado y el 64,5% del valor FOB de las exportaciones.
Pese a eso, en 2019, las ventas al mercado interno cayeron un 28,6% respecto de 2010. En cambio, en 2019, las del mercado externo estuvieron por encima de la media y se trata del segundo año de mayor volumen exportado, después de 2010, cuando se vendió al exterior un 2% más.
Esta región comercializa más vino y más mosto del que elabora, ya que recibe vino de la zona Norte, Valle de Uco y Este; y mosto elaborado en la zona Norte y en el Este. De todos modos, el volumen despachado al mercado interno viene en disminución desde 2015, aunque el descenso más marcado en 2019 responde, en gran medida, al traslado de una planta de fraccionamiento desde esta zona a la Este.
La zona que mayor crecimiento en volumen muestra entre 2010 y 2019 es la Norte, con un incremento promedio de 525,8%. El principal responsable de esta suba es el aumento en la cantidad de litros exportados, de 1.700% en esa década. De hecho, se pasó de 17.220 hectolitros en 2018 a 60.826 en 2019.
La variación, detalló Luis Sentinelli, asesor del INV, responde sobre todo a que hay una empresa en Costa de Araujo que cambió de dueños y comenzó a exportar importantes cantidades de mosto y de vino a granel. Desde agosto de 2019, puntualizó, se empezó a enviar vino blanco a granel a España y si bien se trató de una operación puntual, destacó que en 2020 creció aún más el envío al exterior de vinos sin fraccionar en toda la provincia.
De todos modos, se debe tener en cuenta que la zona Norte tiene una participación de apenas 1,9% del volumen de vino que se vende al exterior y 0,3% del valor FOB por exportaciones de vino (además de 0,1% del mercado interno de vinos). En cambio, concentra el 7,8% del volumen exportado de mosto concentrado. Aunque elabora el 6,8% del total de vino del país, alcanza el 0,5% en la comercialización (en 2019), porque traslada el producto a otras zonas, principalmente la Centro.
Las exportaciones de vino en la última década no han sido importantes hasta 2019, cuando se exportó sobre todo vino granel a un precio medio sensiblemente menor al de 2010: en ese período se pasó de U$S 0,72 por litro a U$S 0,39.
En 2019, la zona Este comercializó casi un 93% más de vino que en 2010 y aumentaron tanto las ventas a mercado interno (77,4%) como las exportaciones (213,6%). Se trata de la segunda del país en comercialización de vinos por volumen y ese año logró una participación del 29,7% en el mercado interno, del 19,1% en el volumen exportado y del 5,9% en el valor FOB de las exportaciones de vino.
El aumento de ventas de 2019 respecto del año anterior (77,8%), se debe en gran medida al traslado de una planta de fraccionamiento –de Fecovitade la zona Centro a la zona Este. Esto también provocó que el tetra-brik aumentara su participación en el total de despachos un 275% respecto de 2018; aunque la botella sigue siendo el envase más utilizado.
Las exportaciones de esta zona han tenido altibajos, pero en 2018 y 2019 se observa una recuperación importante en volumen, asociada a los vinos a granel (representaban el 33% del total en 2017 y pasaron al 79% en 2019). El precio medio del vino exportado desde los departamentos del Este se redujo de U$S 2,8 el litro en 2017 a U$S 0,8 en 2019. Es la segunda zona en exportaciones de vino, luego de la Centro, y la segunda exportadora de mosto, por detrás de San Juan.
El Valle de Uco participa con un modesto 2,1% del volumen de vino vendido en el mercado interno, pero en 2019 se vendió un 96,8% más que en 2010. Esto, pese a que también comercializa menos vino del que elabora. El crecimiento en los despachos a este mercado es sostenido desde 2012 y el vino varietal es el principal responsable, con un 106,8% de aumento en la última década.
Además, concentra el 11,2% del volumen exportado y el 19,2% del ingreso de divisas por exportaciones de vino (2019). El volumen de vino exportado en 2019 desde el Valle de Uco disminuyó un 2% respecto de 2010, pero el ingreso de divisas aumentó un 28,6%. Esto, porque el precio medio por litro pasó en 10 años de U$S 3,35 a U$S 4,40 por litro.
La zona Sur destina el 93,1% de su producción al mercado interno y, en la última década, ha tenido una disminución del 21,6% en las ventas; aun pese a que comercializa más vino del que elabora, ya que recibe caldos de otras zonas.
Sin embargo, en 2019, se vendió un 2,9% más de vino que en 2018 y aumentaron tanto las ventas a mercado interno (1,5%) como al externo (25,8%). Participa con el 8,4% del volumen total del mercado interno, el 1,8% del volumen de vino exportado y el 1,8% del valor FOB (2019).
Sentinelli explicó que el cuarto informe, en el que están trabajando, presentará las conclusiones del Relevamiento Vitivinícola Argentino, que permitirá comprender las vinculaciones entre la superficie implantada, la cantidad de bodegas y las ventas en el mercado interno y externo.
De todos modos, resaltó que la zona Centro concentra casi el 53% del total de comercialización del país, ya que hay un número importante de empresas que favorecen que una buena cantidad de litros de varietales se fraccionen en Luján y Maipú.
El Laboratorio Estadístico del INV realizó un relevamiento integral de la actividad en todo el país. La presentación de los resultados se dividió en cuatro partes: contexto productivo, contexto industrial, contexto comercial y conclusiones.
El objetivo de este estudio es contar con un diagnóstico profundo de la vitivinicultura argentina, con la finalidad de orientar la toma de decisiones de quienes integran la cadena productiva y ofrecer recomendaciones.