La industria y los sectores productivos en general son resilientes casi por definición. Así lo afirmaron distintos panelistas que pasaron por el escenario de la 30 Conferencia de la UIA “Una Industria productiva en un país competitivo”. Frente a un cambio de época de la economía en el que la desregulación es la norma y el Estado se ha corrido de diversas áreas, una de las conclusiones tuvo que ver con la importancia de que exista una política industrial. En especial en medio de la baja de aranceles y frente al avance imparable de China y de otros países asiáticos. Aunque se consideró un avance el proyecto de Ley anunciado por el secretario de Agricultura, Juan Pazo, para incentivar inversiones, también se destacó que es clave promover normas que promuevan el agregado de valor como motor de la actividad.
Mario Cimoli, economista y profesor de la Universidad de Venecia, recordó que tanto en Estados Unidos –con Donald Trump a la cabeza- como la Unión Europea –de la mano del Green Deal- han establecido incentivos puntuales a sus respectivos sectores industriales. Esto, a partir de la evidencia del valor que genera este sector, algo que lo ha vuelto a poner en el ojo de la economía mundial como una manera de crecimiento. “La intervención del Estado para realizar estas políticas han sido clave incluso en países que se autodenominan liberales”, recordó Cimoli. El también exsecretario adjunto de CEPAL puso los ejemplos de Francia e Italia en el incentivo y hasta subsidio estatal específico a un área tan relevante como es la industrial.
La importancia de tener un plan
En este marco, Diego Coatz, economista de la UIA, recordó que la Unión Industrial ha trabajado en la elaboración de una Ley Pyme. Este proyecto también fue específicamente tratado por un panel de la tarde en el que se explicaron los principales puntos. Entre otros se destacaron el incentivo de inversiones productivas, a las exportaciones y también a las importaciones. Más allá de que muchas de estas propuestas podrían quedar dentro de la Ley de Inversiones anunciada por Pazo, hubo coincidencia en que la industria debe ser una política de largo aliento.
La ley de inversiones propuesta por Pazo en la UIA podría generar múltiples beneficios económicos y sociales. Por un lado, la desgravación de derechos de exportación para las MiPyMEs exportadoras de bienes industriales en exportaciones incrementales incentivaría el comercio exterior y fortalecería la competitividad de estas empresas, impulsando la generación de divisas.
Por otro lado, se estima que esta ley podría tambien sumar bonos de crédito fiscal vinculados a los empleos incrementales que permitirían reducir los costos laborales asociados a nuevas contrataciones, favoreciendo la creación de puestos de trabajo en el sector privado. Además, sería extensivo este beneficio a la incorporación de trabajadores del sector público no funcionario, durante dos años.
En primer lugar, debido a que los países que dominan la escena mundial –con China a la cabeza y con Brasil como el competidor más cercano- poseen posturas proteccionistas y con fuertes subsidios a sus sectores industriales con los que hay que salir a competir. “Hoy es muy difícil enfrentarse con los productos chinos porque la competencia no es de empresa contra otra si no de un país contra una pyme”, subrayó el presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Admira), Elio Del Re. Agregó que, más allá de las posibilidades del gigante asiático, hay que recordar que es un país que subsidia e incentiva con altos niveles a su industria.
“Es una cuestión geopolítica que hay que abordar. Solo en nuestra industria hay unas 5.000 posiciones de nomenclador que podrían llegar desde ese país”, apuntó Del Re. En este marco, en el panel denominado “Entornos competitivos para pymes productivas. La importancia de una Ley Pyme 4.0″ también se habló sobre este tema. Aquí es expresó que China es una preocupación común, aunque Argentina todavía no tiene una apertura económica indiscriminada. Sobre este punto, el subsecretario Pazo recordó que solo el 11% de las importaciones corresponden a bienes terminados y que el ingreso de insumos con aranceles bajos es bueno para la industria. “El único camino es la transformación de la economía de manera integral”, sostuvieron los miembros del panel de la Ley Pyme. También hubo coincidencia en no dejar de lado la realización de políticas de Estado más allá de la desregulación definida como una manera de facilitar y abaratar.
En línea, el panel de debate de gobernadores se habló acerca del rol de los gobiernos para incentivar y promocionar la industria. Los gobernadores de Jujuy, Carlos Sadir, de San Juan, Marcelo Orrego, de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y de Córdoba, Martín Llaryora, hicieron foco en el trabajo conjunto entre públicos y privados. En esta línea, hablaron de sus respectivos planes para favorecer la llegada de inversiones y de la clave del equilibrio fiscal para poder sostener bajas impositivas y facilidades para las empresas. “Necesitamos crecer con la industria y no contra ella ya que es este sector el principal generador de empleo”, sintetizó Llaryora.