Las actividades económicas en general se encuentran ante un panorama incierto. El tema de la dolarización que impuso el presidente Javier Milei caló hondo y si bien aún es un objetivo que está más lejos que cerca, nadie escapa a las comparaciones. Pero el único periodo que se puede tomar como parámetro para asimilarlo, es la convertibilidad en la década de 1990.
La pregunta que ronda entonces ese, si ese $1 igual a U$S1 podría tener un impacto directo en el turista internacional que el elige a Mendoza, al desaparecer la diferencia cambiaria que los favorece.
La flamante presidente del Emetur, Gabriela Testa, la ministra de Turismo saliente, Nora Vicario, como así también Daniel Ariosto, presidente de la UCIM y hombre vinculado directamente a la actividad por estar en la hotelería y gastronomía, dejaron las variables macroeconómicas para los especialistas, pero desde el campo de la hipótesis se atrevieron a presentar un análisis de situación en el que hay un denominador común que hace prevalecer el aspecto positivo para enfrentar lo que está por venir: la Mendoza de hoy no es la misma que la de los años 90.
En tanto, el economista Carlos Rodríguez se atrevió a mirar al futuro, partiendo de las variables en que hoy se mueve la Argentina y las que pueden aparecer.
Millones de turistas
Mendoza dejó de ser una provincia de turismo estacional para convertirse en una receptora de viajeros todo el año. De acuerdo a los datos estadísticos del Ministerio de Turismo, en 2022 arribaron 3.500.000 de visitantes y se prevé terminar el 2023 con 3.800.000 de turistas.
Del total de viajeros que llegan a estas tierras, en promedio, el 30% provienen del extranjero y el 70% restante se completa con residentes en el país.
Según las estadísticas publicadas por Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en el tercer trimestre del año hubo un récord de turismo receptivo internacional.
El Aeropuerto el Plumerillo registró un aumento del 91,5% en cantidad de personas que lo transitaron en comparación con el mismo periodo de 2022. Además, el aeropuerto mendocino ya contaba con una variación interanual positiva de 161,6% en el primer trimestre y de 161,9% en el segundo trimestre.
Según la información del Indec, los turistas que residen en Brasil fueron los que arribaron en mayor medida, 50%; seguidos por chilenos, 27,3%. Y el principal motivo del viaje fue vacaciones u ocio.
El 41,4% de los turistas no residentes pernoctó en casas o departamentos de alquiler temporario, seguido por el 38,5% que eligió hoteles de 4 y 5 estrellas.
La estadía promedio fue de 7,9 noches y los visitantes, principalmente europeos, tuvieron la mayor estadía promedio: 25,6 noches.
El gasto total de los turistas no residentes alcanzó los 45,3 millones de dólares con un gasto diario promedio de 132,5 dólares.
Los turistas brasileños presentaron el mayor gasto diario promedio, 217,1 dólares y detrás estuvieron los residentes del bloque Estados Unidos y Canadá, con 105,6 dólares.
Mendoza, la distinta
Frente a un panorama hipotético de dolarización, Gabriela Testa, la nueva presidente del Emetur, planteó que la posición de la provincia frente al mundo no es la misma que tres décadas atrás y “Mendoza tiene una marca bien posicionada, si bien hay que sumarle mucho todavía, aún tenemos un margen de competencia enorme”, afirmó.
Además, gracias a los vinos, algo que no teníamos antes, a tener la montaña más alta de América, a ser una ciudad de paso entre dos capitales latinoamericanas como Buenos Aires y Santiago de Chile, hace que nosotros tengamos siempre una presencia de turistas extranjeros”.
Por otra parte, y siguiendo en el plano de las hipótesis y teniendo en cuenta los dichos de Javier Milei sobre la carga impositiva de Argentina, una reducción sería “por lejos muy favorable” y “no tengo dudas que esa reducción se trasladaría a las tarifas”, indicó Testa.
Daniel Ariosto, presidente de la Ucim, y hotelero, recordó que en los 90 “la oferta turística que tenía Mendoza era muy acotada, “, si bien “permitía trabajar” pero “el mundo ha cambiado, han pasado muchos años desde los 90 hasta ahora y la oferta turística en Mendoza es mucho más amplia y generosa” entonces “son situaciones totalmente diferentes”.
Para el empresario, no cree que se lleve adelante un plan dolarizador, por lo menos en el corto plazo por lo que no es una preocupación que lo movilice, igualmente para él “Mendoza está mucho mejor parada que hace 25 años”, enfatizó.
Sumándose a los dichos de Testa, el empresario espera la “reforma impositiva porque no podemos seguir con esos 160 impuestos, es un sistema impositivo es tremendo, y confiamos en que sea mejor, que sea realmente un alivio”.
Además, Ariosto también aguarda por una “reforma laboral que sea importante” y “no todo termine en un juicio” pero que al mismo tiempo permita que “todos los empleados estén en blanco, porque los empresarios deben acostumbrarse a trabajar en blanco y hoy en día muchos no lo hacen, pero también porque no les da en este momento por la situación”, dijo.
Hay que entender que el turismo “es una actividad dinamizadora inmediata del empleo y traslada y derrama en la sociedad inmensos beneficios y por supuesto a las arcas del gobierno porque trabajamos en blanco y porque todo se va tributando en los distintos impuestos”.
“Es realmente una actividad que yo quiero mucho y que la valoro porque bien trabajada, y en conjunto el sector privado con el sector público, que siempre tiene que ir de la mano, da empleo a mucha gente y la permite relanzarse al mundo, como se está haciendo, y esperemos que ahora sea más todavía”, agregó Ariosto.
Cuanto se paga de impuestos en un hotel o restaurante
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) realizó un estudio sobre el peso de los impuestos en distintos rubros económicos como así también en alimentos y como recae en el consumidor final.
Dentro del análisis de la carga tributaria global argentina que recae sobre distintas actividades, el Iaraf tomó a los restaurantes y la hotelería.
Hay que aclarar que el estudio se realizó en 2020 tomando como base la legislación vigente en 2019, en los tres niveles de gobierno.
Para el análisis global de la carga tributaria el Iaraf tomó al impuesto a los Ingresos Brutos que es provincial, lo mismo que el impuesto Inmobiliario. También la tasa de Seguridad e Higiene más la tasa de alumbrado, barrido y limpieza, que son municipales.
En tanto, del orden nacional puso el acento en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), impuesto a las Ganancias (incluyendo la sobretasa a la distribución de utilidades), aportes y contribuciones a la Seguridad Social más el impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios.
El costo impositivo legal que afronta el sector y que al final de la cadena lo paga el consumidor:
En el caso de pagar por una habitación de hotel (considerado grande): sobre el valor final facturado la carga impositiva es del 36,9%.
Si se trata de una habitación pero en un hotel pequeño: 35,1% sobre el precio final, son impuestos.
En un almuerzo para 4 personas en un restaurante: los consumidores pagan, sobre el precio final, un 37,3% de impuestos si es un establecimiento grande y un 36% de impuesto si es un local pequeño.
En cuanto a los alimentos, para el Iaraf, sobre una canasta básica de alimentos, los consumidores pagan el 41,3% de impuestos, sobre el valor final.
La conectividad es fundamental
Nora Vicario, la ministra de Turismo saliente, se centró en la conectividad aérea como eje fundamental para la atracción de turistas extranjeros, independientemente de la situación económica.
“Mendoza aprovechó en términos de promoción turística el plan de conectividad para facilitar el ingreso de turistas internacionales y si bien, uno de los atractivos es el cambio favorable, sin conectividad el turismo internacional igual no llegaba”, dijo.
Para la ministra de turismo saliente, el turismo internacional le aporta a la provincia un movimiento permanente”, sin embargo “también es cierto que necesitamos ser un destino competitivo pero con una economía estable” porque “si la macroeconomía se ordena estamos preparados para seguir creciendo y en ese esquema aparece el turismo como una de las verticales de crecimiento”.
Para cerrar la idea, Vicario aseguró que “en un esquema de uno a uno, creo que va a haber un impacto, pero no estamos en el mismo contexto que en los 90″, remarcó.
Por estos días, la provincia conecta con 5 destinos internacionales, está la conexión directa con San Pablo (vía Gol Líneas Aéreas, LATAM Brasil, Aerolíneas Argentinas), Río de Janeiro (Aerolíneas Argentinas), Lima (LATAM Perú), Panamá (Copa Airlines) y Santiago de Chile (Sky Airline, Latam, Aerolíneas Argentinas y se incorporó JetSmart).
También están las gestiones para la apertura de la ruta directa a Asunción (Paraguay) y se espera que para marzo del 2024 esté activa la ruta entre Mendoza y Madrid (España) y la conexión con Barcelona.
La dolarización espera
Para el economista y docente Carlos Rodríguez, una dolarización aún está lejos dentro del esquema de estabilidad que se plantea desde la Casa Rosada, pero en su consideración, la moneda estadounidense no es el único parámetro a considerar para realizar una proyección sobre el impacto en la actividad.
“La dolarización primero está lejos, después no resuelve todos los problemas. La base de todo es poder reducir el déficit fiscal, llevarlo por lo menos a un presupuesto equilibrado o un superávit”, dijo Carlos Rodríguez.
Según entiende el economista “igualmente la Argentina va a seguir siendo un país barato en dólares para los que están afuera”, y recordó que “van a haber muchos cambios necesariamente, entonces el contexto macroeconómico va a ser fundamentalmente diferente y ahí, tomando lo que se ha dicho hasta ahora, que el nuevo gobierno va en favor a la actividad privada y además está a favor de la reducción de impuesto, entonces esto también hay que tenerlo en cuenta”.
En síntesis “hay que ver el conjunto de las medidas macroeconómicas, no solamente el dólar, para hacer una evaluación de la situación”, agregó Rodríguez.
Cómo era Mendoza en los ‘90 y cómo es ahora
La posición de Mendoza dentro del panorama turístico y económico en general en la actualidad no es el mismo que hace tres décadas atrás.
Mientras que en la década de 1990 la provincia no contaba, entre otras cosas con las cadenas de hoteles 5 estrellas que hay en la actualidad.
Por aquellos años los hoteles emblema eran el Plaza Hotel, el viejo Huentala, el Aconcagua y el Internacional. Además se puede contar al hotel de Potrerillos y el Piscis en el complejo invernal Las Leñas dentro de la categoría 4 estrellas.
A esos establecimientos había que sumarle una oferta que se presentaba como atractiva y de buena calidad en alojamientos 3 estrellas.
La Ley que permitía instalar casinos privados dentro de establecimientos hoteleros fue el puntapié inicial para el desembarco de grandes desarrolladores. Si bien la norma fue publicada en el boletín oficial en el inicio de 1992 los resultados comenzaron a vislumbrarse recién hacia 1999 y se concretaron en 2001 con la apertura del el Park Hyatt Mendoza, lo que implicó la reconversión del antiguo Plaza Hotel.
Después se agregaron cadenas entre las que se pueden citar a Sheraton, Hilton, Diplomatic, Entre Cielos, Cavas Wine Lodge, NH Hoteles, Ibis Hotels y otras.
En cuanto a alojamientos, en los 90 no se conocían los hostales, las posadas o lo shoteles boutique. Recién hacia finales de la década surgieron los hostel y esa nueva opción fue como respuesta a la creciente demanda de jóvenes extranjeros que viajaban por Latinoamérica y elegían a Mendoza como parada en ese largo trayecto.
Los datos oficiales se remontan al inicio del siglo XXI. Según las cifras de Turismo, en 2002 había 339 establecimientos y 14.410 plazas disponibles. En 2023 son casi 900 los establecimientos y una capacidad que está levemente por encima de las 45.000 plazas.
Con lo que siempre contó Mendoza y fue, es y será un imán para el turismo extranjero es el imponente Aconcagua como así también su posición estratégica dentro de un corredor bioceánico que permite unir dos grandes capitales latinoamericanas como Buenos Aires y Santiago en Chile.
A diferencia de los tiempos que corren, por aquellos años no estaba en la imaginación de nadie la crisis hídrica que atraviesa la provincia en la actualidad. Las montañas cubiertas de blanco permitían que los centros invernales estuviesen a pleno en cada temporada atraídos por la nieve.
Un aspecto central que marcó a Mendoza en los años 90 vinculado a la economía, la producción y se expandió al turismo fue la reconversión vitivinícola, que significó la erradicación de viñedos enteros de uvas criollas para pasar a las uvas tintas y finas.
Este cambio sustancial en la actividad madre mendocina, fue acompañado, entre otros aspectos, por desarrollos que hoy son la base de lo que conocemos como el enoturismo. Por aquel entonces nació lo que era la Ruta del Vino.
Sin embargo, el impulso para desarrollar y promover esas rutas turísticas específicas en la región se consolidó en los primeros años del siglo XXI con Los Caminos del Vino y se potenció a nuestra bebida nacional como un atractivo en sí mismo.
Ese hecho se tradujo en la red de enoturismo más grande y prestigiosa de Latinoamérica, con 206 bodegas abiertas al turismo. Además la provincia fue declarada como Capital Mundial del Vino y se agregó recientemente que es un destino con estrellas de la Guía Michelin.
Entre las diferencias sustanciales que se pueden encontrar al comparar a Mendoza en los años 90 con lo que es actualmente, es la conectividad.
En aquellos años “no éramos accesibles desde el punto de vista de la conectividad aérea”, resumió Gabriela Testa, la flamante titular del Emetur.
En los 90 las conexiones aéreas, sin importar el destino, pasaban si o si por los aeropuertos en Buenos Aires. “La conectividad aérea era absolutamente básica”, agregó la funcionaria.
Las estadísticas del observatorio turístico de Mendoza comienzan en 2001 pero permiten reflejar cual era la situación 20 años atrás en materia de conectividad aérea.
Mientras que en enero 2001 viajaban 5.600 pasajeros por semana, ya sea de cabotaje o vuelos internacionales, en julio de 2023 pasaron por el Aeropuerto El Plumerillo 24.318 personas por semana.
De acuerdo a los datos del observatorio turístico mendocino, tomando exclusivamente los vuelos internacionales, en enero de 2001 había 16 en los que viajaron 1.342 personas por semana. En julio de 2023 Mendoza contó con 41 vuelos semanales que transportaron a 5.841 personas semanalmente.