En la primera quincena de enero, según el Ente Provincial de Turismo (Emetur) ingresaron a Mendoza 5,39% más turistas que en el mismo periodo del 2024. Sin embargo, luego de varios meses de estabilidad, desde el sector empresario esperaba un movimiento mayor para la temporada de verano. En este marco, hay varios factores que atentan contra el turismo y si el año pasado era la crisis económica con precios por las nubes vía devaluación, este 2025 aparecieron factores cambiarios externos que no favorecen las vacaciones en la provincia. Así, al hecho de que Argentina en general continúa cara en dólares, los países vecinos devaluaron su moneda y están más baratos para los extranjeros.
Así, no es novedad que tanto Brasil como Chile está inundado de turistas nacionales y que aunque este último es preferido por los mendocinos, la conveniencia de precios y la posibilidad de hacer compras atrae a porteños, cordobeses y puntanos; por mencionar solo algunos. De acuerdo con los últimos datos publicados por la Dirección Nacional de Migraciones, durante los primeros 15 días de enero la cantidad de argentinos que cruzaron a Chile por Mendoza creció 230% con relación al mismo periodo de 2024.
Pese a las innumerables complicaciones que este verano ha registrado el Paso Internacional Cristo Redentor, todavía es el más apto para pasar al país vecino por tierra y, por tanto, el más elegido por la mayoría. La preferencia y los precios económicos para comprar en Chile no es nueva, pero debido a la devaluación del otro lado de la cordillera y la suerte de revaluación del peso local se ha abaratado aún más el valor de casi todo en Chile. Tanto es así que muchos de quienes han viajado en las últimas semanas han observado poco stock en las principales tiendas de las ciudades turísticas.
Esta situación atrajo a más mendocinos –que tradicionalmente eligen las playas del Pacífico para sus vacaciones- y ha sumado visitantes de otras provincias. Esto implica que Mendoza se ha convertido en un punto clave para quienes desean cruzar al país vecino. De este modo, la provincia es una suerte de lugar de paso para otros argentinos que viajan a Chile, algo que no es nuevo pero se ha agudizado en los últimos meses. Esto es reconocido tanto desde el sector privado como desde el público.
Una noche es una noche
Marcelo Rosental, presidente de la Cámara Hotelera de Mendoza y gerente de Villaggio Hotel Boutique, relató que es lógico que muchos argentinos se inclinen por las playas de Chile o de Brasil debido a la conveniencia de precios. Si bien la hotelería local ha buscado ajustar sus tarifas y realizar promociones, solo puede hacerlo dentro de su rango de costos para no ir a pérdida. Así y todo, las ocupación en la primera quincena ha estado en torno al 60% en la primera quincena, según los datos del Observatorio Turístico del Emetur.
En este contexto, Rosental expresó que ha crecido la cantidad de turistas de otras provincias que se quedan un par de noches en Mendoza antes de cruzar la cordillera. “Una familia tipo hace la cuenta, ve que se puede tomar vacaciones, comprar lo que necesita (y más también), ahorrar en esas compras y no lo duda mucho”, destalló el referente. Agregó que –más allá de las largas filas y las complicaciones del corredor internacional- la ruta 7 es la más conveniente para el cruce. Por un lado, está en la zona centro del país lo que facilita recibir viajeros de Buenos Aires, Córdoba, San Luis o Santa Fe; por mencionar las más importantes. Por otra parte, aunque con paisajes hermosos, los otros pasos disponibles (Pehuenche y Agua Negra) tienen pocos servicios, no son aptos para todos tipo de vehículos y están más retirados al Sur o al Norte del país.
En este contexto, Rosental destacó que llegan turistas de todo el país para pasar una noche de ida y otra de vuelta antes de cruzar. Este año –dado el aluvión de gente, las largas filas, las tormentas y los accidentes- los viajeros han cambiado sus hábitos. Así, mientras antes era más habitual recibirlos cerca de los fines de semana (viernes, domingos o lunes), ahora los días son más variados. Por otra parte, debido a cierta imprevisibilidad a la hora de lanzarse a la ruta,la estadía de ida puede estirarse a dos y hasta tres noches. “Por ejemplo, ahora pueden llegar un lunes e irse un miércoles”, contó el presidente de la Cámara Hotelera.
Provincia de paso: positivo o negativo según cómo se mire
Este tipo de turistas de paso a Chile suelen quedarse en hoteles ya que es más cómodo para los que no se van a instalar en una localidad. La seguridad, la posibilidad de tener cocheras y de estar cerca de un lugar para comer afuera son los motivos que inciden en la elección. Los hoteles de dos, tres y hasta cuatro estrellas son los que más reciben este tipo de viajeros que vienen para cruzar. Si bien a los mendocinos no les gusta tener el mote de ser una provincia de paso porque apunta a un segmento más estable y debido a que está bastante identificada con el turismo de bodegas, lo cierto es que el movimiento de la frontera decanta en el sector aunque sea de manera tangencial.
Desde la mirada de la directora del Emetur, Gabriela Testa, esto es positivo para la provincia no solo porque estos turistas gastan en Mendoza sino porque eligen quedarse aquí en lugar de en otra provincia. Para la funcionaria esto impacta en la hotelería y en la gastronomía local al tiempo que habla bien de los servicios que aquí se brindan. En este marco, Rosental coincidió en que el hecho de que vengan turistas que viajan a Chile es un hecho que aporta al sector de un modo u otro. “En los hoteles hay turistas americanos, brasileros o franceses que todavía vienen, pero en escala menor a la que la hacían”, observó el gerente de Villaggio.
Agregó que son pocos los nacionales que se quedan más días y que los pasajeros en tránsito son “algo” en medio de la baja actual y generalizada que –por el contexto- no es culpa de nadie. Adrián González, gerente de la Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos de Mendoza (Aehega) observó que esta situación de ser una provincia de paso le sirve a los hoteles de dos o tres estrellas o a algunos temporarios y restaurantes céntricos. “No es un turismo que tenga mucho presupuesto, por lo que consume poco, no hace excursiones ni visita bodegas”, observó González. Desde su punto de vista aunque todo suma, “la provincia no va a crecer solo con eso”.
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