Después de una semana de haber sido designada como nueva ministra de Economía de la Nación, Silvina Batakis anunció en la mañana de ayer diversas medidas que implementará, con el objetivo de intentar frenar la inflación y controlar ciertas variables, como la suba del dólar. Sin embargo, es poco claro cuál será el efecto de estas acciones en la provincia, aunque desde la provincia anticipan que, por la cercanía de las elecciones, es probable que Mendoza vea aún más acotadas las transferencias del Ejecutivo nacional.
Si bien Los Andes intentó hablar con el ministro de Hacienda y Finanzas de la provincia Victor Fayad quien prefirió no dar declaraciones, lo cierto, es que desde el gobierno ya sacan sus propias cuentas. Así el diputado nacional Lisandro Nieri, ex Ministro de Hacienda de la provincia eligió comenzar por algo que considera positivo en las palabras de Batakis. “Celebro la frase: ‘No vamos a gastar más de lo que tenemos’”, expresó. Y sumó que él mismo, como ministro de Hacienda de Mendoza, siempre siguió la “regla de oro” de no tomar deuda para afrontar los gastos corrientes. Pero también acotó que, lamentablemente, la funcionaria no tiene buenos antecedentes en este sentido, ya que, como ministra de Economía de Buenos Aires, endeudó a la provincia.
Luego, planteó que la pregunta es cómo va a lograr esa reducción del gasto. “Ahí es donde no encontré ninguna medida clara”, lanzó. En cuanto al anuncio que de que no aumentará la planta de personal, consideró que es bueno, pero que se debería retroceder en los últimos nombramientos. Y también señaló que Batakis no mencionó otras medidas de austeridad, como reducir la cantidad de ministerios y de funcionarios nacionales.
Por otra parte, Nieri manifestó que le preocupan ciertas cuestiones de diagnóstico, ya que, si se parte de un análisis equivocado, es imposible llegar a buenos resultados. En este sentido, indicó que la ministra adjudica ciertos problemas a un mundo en desequilibrio y sostiene que la inflación se ha duplicado a escala global, pero subrayó que no es lo mismo pasar del 1,5% al 4% anual a llegar a una suba de precios que es probable que supere los tres dígitos.
También comentó que se habla de que los índices inflacionarios son multicausales y debidos, en parte, a la evasión y la especulación, sin mencionar la “exagerada emisión”. Y que plantear que Argentina fue el país de la región que más creció en 2021 es obviar que fue el que más cayó durante la pandemia.
En cuanto a lo que necesita Mendoza y las provincias en general, Nieri señaló que es un contexto macroeconómico ordenado, que permita captar inversiones y crecer de manera sostenida; en lugar de una brecha cambiaria superior al 100% y una altísima inflación. Y acotó que anticipa que enviarán más recursos a la provincia de Buenos Aires, por la cercanía de las elecciones y porque, probablemente, sea el espacio que el kirchnerismo procure preservar ante la crisis económica y sus efectos sobre la política. Dentro del oficialismo de Mendoza, una crítica habitual es la “discriminación” que sufre la provincia a la hora del reparto de fondos por parte del gobierno nacional. Los anuncios de Batakis, entre los que se menciona mejorar el orden fiscal y por ende reducir gastos, encienden las dudas sobre si Mendoza podría ser aún más perjudicada en ese reparto.
Para el senador provincial Martín Kerchner, ex ministro de economía de Mendoza y actual jefe de bloque de la UCR, muchas de las medidas planteadas el lunes van “en contra del ADN del kirchnerismo”, más aún cuando se reemplazó a otro ministro (Martín Guzmán) que buscaba reducir el déficit fiscal. “El ADN K no es cuidar el mango, sino gastar más de lo que tienen. Lo que dicen por un lado suena bonito, pero va en contra de sus antecedentes. No es creíble porque no lo hicieron cuando tuvieron la oportunidad”, apuntó Kerchner.
Si se diera un ajuste en las cuentas nacionales, dos áreas que podrían verse afectadas son la obra pública nacional y los subsidios al transporte. En el primer caso, explicó el senador provincial, en Mendoza podría verse demorada la construcción de la variante Palmira, que hoy está en su etapa de mayor inversión (otra obra, la doble vía de Mendoza a San Juan está en una etapa inicial).
En cuanto al transporte, ya hoy por hoy el estado nacional adeuda subsidios a la provincia para el boleto de transporte público. “El mes pasado planteé que había más de $ 1.000 millones de deuda de la nación, dinero que estoy está poniendo Mendoza y repercute en las cuentas públicas. Por supuesto nos gustaría que maestros y médicos tengan un mejor sueldo, pero si tenemos que afrontar lo que el Estado nacional no paga, es imposible”, criticó Kerchner.
Un dato positivo parece a la vez una ironía, y es que como Mendoza recibe menos fondos discrecionales que otras provincias, sentiría menos el impacto de un recorte que otras localidades. Así, por ejemplo, se subsidia la energía base de todas las provincias y CABA, pero en otras zonas también se subsidia a las distribuidoras eléctricas para que el costo sea aún menor, cosa que no ocurre en Mendoza.
“Cada vez que tomaron el Estado lo han quebrado. Ellos dicen que hay que equilibrar, en el Estado eso se hace bajando el gasto, financiándose con préstamos o aumentando impuestos. En general, eligen el aumento de impuestos, ya crearon o aumentaron 16 impuestos desde que asumió Alberto Fernández””, afirmó Kerchner.
“Es una puesta de escena interesante, si me decís que vas a equilibrar el Estado decime cómo. Si es disminuyendo plata a las provincias, ¿va a ser quitándole a Buenos Aires? Porque con lo que puedan sacarnos a nosotros no les va alcanzar”, disparó el ex ministro de Economía de Mendoza.
Jorge Day, economista del Ieral (Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana, de la Fundación Mediterránea), analizó que las medidas anunciadas por Batakis podrían impactar en las transferencias discrecionales, aunque consideró poco probable que esto afecte a Mendoza, porque ya no recibía demasiadas. En cambio, sí opinó que es de esperar que caiga la obra pública, ya que cuando faltan fondos suelen restringirse las partidas, y que podrían reservarlos para el año próximo, que es de elecciones.
El economista señaló que, cuando se produjo el fin de la convertibilidad, si bien saltó el dólar, se pudo aplicar un ajuste fiscal y que los gastos crecieran menos que la inflación. Pero la nueva ministra tiene “dos jefes” -en referencia al presidente y la vicepresidenta- y mientras uno intenta controlar el gasto, la otra quiere gastar más. Y pese a que Batakis manifestó ideas en esa última línea, las medidas que anunció ayer son de ajuste, con lo que deberá comenzar a ejercer una función “antipática”.
En este sentido, planteó, la ministra mencionó que evitará que siga creciendo el empleo público y que va a utilizar algo parecido a una caja única; es decir, establecer cuánto pueden gastar otras reparticiones. Sin embargo, Day advirtió que no es sencillo controlar ninguna de las dos cosas, por el tamaño del Estado.
Por otra parte, dudó de que esto resulte suficiente, ya que el gobierno tiene déficit fiscal, debe pagar intereses de la deuda y no accede a financiamiento en dólares ni en pesos. De ahí que a Batakis le toque la tarea de tratar de tranquilizar a la población y los mercados, y, aunque sea difícil bajar la inflación, al menos contenerla.