Tras la protesta vitivinícola, bodegueros despidieron a trabajadores

Cuando aún se está en el marco de la conciliación obligatoria por el paro que el gremio vitivinícola convocó para el 30 y 31 de marzo, al menos cuatro trabajadores del Valle de Uco y uno de Godoy Cruz fueron despedidos en los últimos días. Desde Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines) manifestaron que están acompañando a estas personas y que repudian enérgicamente la decisión de las empresas.

El secretario general de Foeva en Mendoza, Guido Álvarez, comentó que, si bien en un primer momento se hablaba de un número mayor, al parecer serían cuatro los obreros despedidos de una bodega que se encuentra en el Valle de Uco y otro más, de otra firma, en Godoy Cruz. Los primeros, además, habrían estado fuera de convenio y, pese a tener 4 o 5 años de antigüedad, cobraban $17 mil mensuales, por lo que, como informó Vía País, se investiga además si hubo fraude laboral.

Álvarez subrayó que estas desvinculaciones se producen en el marco de una conciliación obligatoria. Además, señaló que, si bien las empresas han planteado que fueron con justa causa, si en realidad los despidos se deben a la medida de fuerza, los repudia enérgicamente, ya que la ley ampara el derecho a huelga. Y resaltó que el trabajador vitivinícola no está acostumbrado a hacer un paro, pero que lo han hecho por la necesidad imperiosa de que, con sus salarios, no llegan a fin de mes; lo que explica que haya tenido un 90% de acatamiento en todo el país.

Cuando se dio inicio a la paritaria vitivinícola, a principios de marzo, el sector gremial solicitó que el salario inicial de bolsillo de los trabajadores vitivinícolas sea equivalente a la Canasta Básica Total para una familia tipo que, según datos de la DEIE (Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia), fue de $ 52.578,10 en febrero. Esto implica un incremento cercano al 100%.

Por su parte, las cámaras representantes de productores y bodegueros ofrecieron un 28% de incremento y volver a sentarse a negociar en diciembre (el acuerdo rige desde marzo a febrero del año siguiente).

Como la distancia entre el pedido y la propuesta era muy amplia, luego de tres reuniones paritarias, Foeva convocó a un paro, que se acató sólo por unas horas, hasta que se dictó la conciliación obligatoria. Álvarez reconoce que es muy difícil que logren un 100% de incremento, pero que los trabajadores necesitan tener un salario digno, ya que hoy los 35 mil trabajadores nucleados en el gremio se encuentran por debajo de la línea de pobreza.