Minutos después de que el Indec anunciara que la inflación de octubre había sido la más alta del año, al escalar a 3,8%, el Banco Central dispuso un nuevo incremento para los rendimientos de sus pasivos remunerados y para los plazos fijos.
El directorio de la autoridad monetaria convalidó este jueves una suba de dos puntos para la tasa de Leliq, que vuelve a 38%, en un punto la tasa de pases pasivos a un día, que pasa a 32%, y en dos puntos el rendimiento de los pases a siete días, que pasan a 36,5%. Además, elevó en tres puntos la tasa mínima garantizada para los plazos fijos minoristas, que alcanza así un 37% de tasa nominal anual (TNA).
La entidad que preside Miguel Pesce continúa elevando así los rendimientos de los pases pasivos, que hasta hace un mes y medio se situaban en 19%. Sin embargo, cambió de rumbo respecto a su estrategia para la Leliq, ya que volvió a elevarla a 38%, nivel en el que se mantuvo plantada por seis meses antes de octubre.
Es que durante el décimo mes del año, con el objetivo de reducir en forma gradual el costo cuasifiscal de la esterilización, el BCRA había llevado adelante una política para nivelar las tasas de sus pasivos remunerados.
Para ello, había dispuesto tres subas para los pases y dos recortes de la Leliq, cuya tasa pasó de 38% a 37% el 8 de octubre, y a 36% una semana después.
Respecto del rendimiento de los plazos fijos, el Central incrementó la tasa mínima garantizada a 37% TNA –44% de Tasa Efectiva Anual (TEA)– para depósitos de personas humanas por menos de $ 1 millón a 30 días. Para el resto de los plazos fijos, la tasa mínima garantizada deberá ser de 34% TNA (39,8% TEA).
Esto no solo significa que durante el mes de octubre los plazos fijos perdieron por segundo mes consecutivo contra la inflación. También que, en caso de que la misma no se desacelere en noviembre, continuará sin brindar un rendimiento real positivo durante el corriente mes, dado que el rendimiento de 37 de TNA equivale a 3,08% mensual.
Analistas ponen en duda la efectividad de la medida
Si bien el Central subió ayer la tasa de plazos fijos minoristas al 37% anual, la misma seguiría siendo negativa frente a la inflación. Es que el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) arrojó una inflación del 52,1% para los próximos 12 meses, por lo que los ahorristas continuarían sin encontrar un rendimiento real positivo en dicho instrumento.
“La única forma de calmar al ahorrista o al institucional es darle una tasa positiva frente a la inflación”, resumió Mariano Sardáns, CEO de FDI, al tiempo que consideró tardía y escasa la reacción del Banco Central.
Andrés Mendez, titular de AMF Economía, coincide en que el Banco Central llega algo retrasado con las medidas, porque los datos sobre evolución de los plazos fijos en pesos se desmoronaron a partir de mediados de septiembre y descendieron nominalmente en octubre. Considerando la tasa de inflación registrada en octubre se deduce que quien permaneció en depósitos a plazo perdió capacidad de compra de sus fondos.
Por su parte, Fausto Spotorno, de OJ Ferreres, cree que el impacto de esta suba puntual va a ser bajo: “El BCRA viene subiendo las tasas ya desde hace un mes con el objetivo de frenarla suba del dólar”.
Gustavo Neffa, de Research for Traders, sostiene que el BCRA apela a una vieja herramienta de control del tipo de cambio nominal vía aumento de tasas de interés para minoristas y también para bancos vía aumento de la tasas de pases: “A corto plazo el Gobierno controla el mercado de cambios, pero sigue atacando las consecuencias o controlando la demanda y restringiendo la oferta”.
Para Miguel Arrigoni, de First, el BCRA debería ocuparse más del financiamiento, que en el mercado sigue sin haber.
En cambio, Alejandro Banzas, de Reporte Económico, celebra que la política monetaria y cambiaria esté más alineada con la del ministro Guzmán: "El aumento de la inflación de octubre justica la corrección de la tasa para mantener pesos en el sistema.