La semana pasada, YPF anunció que había alcanzado un acuerdo por un juicio en el que el Fideicomiso de Liquidación de Maxus, de Estados Unidos, reclamaba hasta US$ 14.000 millones. Luego de que se desestimaran los reclamos iniciados contra la petrolera argentina, las acciones de la empresa subieron 10% en los últimos días.
De esta manera, el valor de cada acción, que en abril de 2022 alcanzaba lo US$ 5, se incrementó un 130% en un año, ya que ahora es de US$ 12, informaron desde la empresa. Pese a esta suba, se encuentra bastante por debajo del que tenía en 2005, cuando llegaba a los US$ 60.
Al momento de anunciar el acuerdo judicial, desde YPF recordaron que, tras la privatización en 1992, la compañía desplegó una estrategia de expansión internacional, dentro de la que se produjo la adquisición de Maxus, una empresa estadounidense de petróleo y gas. Sin embargo, en 1986, Maxus había vendido su negocio de químicos a Occidental Chemical Corporation y aceptado indemnizar a la misma por los pasivos ambientales derivados de sus operaciones.
En 2005, Estado de Nueva Jersey demandó a Occidental y a Maxus por la contaminación de un río con residuos químicos. Occidental hizo valer su indemnidad y Maxus honró sus obligaciones, hasta que en 2016 se presentó en concurso y luego se decretó su quiebra. Así fue como, en 2018, el Fideicomiso de Liquidación de Maxus demandó a YPF, Repsol y ciertas subsidiarias, por un monto de hasta US$ 14.000 millones ante el Tribunal de Quiebras del Distrito de Delaware.
Sin embargo, días atrás YPF anunció que se había llegado a un acuerdo de conciliación, por el que el fideicomiso desiste de reclamaciones actuales y futuras contra YPF y Repsol, mientras que ambas empresas se comprometieron a pagar US$ 287,5 millones cada uno (US$ 575 millones en total). Esto implica que la petrolera argentina sólo pagará un 2% de la cifra original de la demanda.
Si bien aclararon que el acuerdo está sujeto a aprobación judicial y otras condiciones que deberán cumplirse a lo largo de los próximos meses, lo cierto es que ya tuvo efectos en el valor de las acciones. A esta mejora también contribuyó, refleja Clarín, la resolución de otro conflicto: el juicio del fondo Burford contra el Estado nacional e YPF, por no haber hecho una oferta pública de acciones cuando cambió el control de la compañía. La justicia estadounidense encontró que el Estado nacional tiene que pagarle una compensación a los demandantes -cuyo monto es difícil de estimar-, pero desligó a YPF de toda responsabilidad.