En septiembre, las automotrices radicadas en el país fabricaron 32.149 vehículos, informó la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA). La cantidad es 24,4% superior a la de agosto y 16,1% por encima de los volúmenes de septiembre de 2019. De esta forma, es la primera vez que la industria automotriz registra un crecimiento interanual de producción en más de dos años.
En tal sentido, hay que remontarse a agosto de 2018, cuando el volumen fabricado, 49.335 unidades, creció 9% contra el del mismo mes del año previo. Coincidió, también, con la aceleración de la crisis cambiaria, que virtualmente paralizó la producción destinada al mercado doméstico, cerca del 40% del total. De hecho, gracias a las exportaciones, la industria terminó cayendo sólo 1,4% ese año, a 466.649 vehículos montados.
Ya a lo largo de 2019, el golpe fue más contundente. Las suspensiones de actividad fueron la otra cara de la moneda del ajuste de stocks que implementaron las terminales, por el derrumbe de la demanda. Acorde con un mercado doméstico que se desplomó a la mitad, tanto en patentamientos como en ventas mayoristas –es decir, de la fábrica a los concesionarios–, la producción se contrajo 32,5% el año pasado, a 314.787 unidades.
Las automotrices proyectaban que, por incremento de demanda externa e ingreso en producción de modelos nuevos, ese fuera el piso para 2020. Pero el coronavirus apareció en sus hojas de ruta.
esde mayo, las fábricas retomaron su actividad después del freno forzado en marzo, por la cuarentena. El mes pasado, Adefa anunció que, para asegurarse las importaciones que necesita hasta fin de año, acordó con el Gobierno una producción adicional de 20.000 unidades. En los hechos, era “recuperar” lo perdido por el parate.
Fuentes del sector explican que el número de septiembre refleja que algunas fábricas ya recuperaron sus volúmenes de pre-pandemia. O, incluso, están por encima. De hecho, Toyota y Ford no tuvieron mayores inconvenientes en levantar turnos adicionales de producción el sábado. Los reprogramaron. En ambos casos, para racionalizar piezas. La japonesa, por un embarque demorado de Tailandia. El óvalo, por los problemas logísticos que provocaron los cortes de ruta que hubo hasta el fin de semana en San Luis.
“En ambos casos, era producción por encima de lo programado por mayor demanda a la prevista. Por eso, no hubo problemas en reagendarlos para más adelante. No se pararon las plantas porque este lunes retomaron actividad”, explican en la industria.
Otros dos factores incidieron en la performance positiva del mes. Por un lado, la producción de modelos nuevos, en especial, el Peugeot 208, de Grupo PSA, lanzado en agosto. Y, por otro, la reposición de stocks, después de prácticamente dos años de haber estado ajustándolos.
Esto también se evidencia en la recuperación de las ventas mayoristas. Las 35.065 entregas de septiembre fueron 23,7% superiores a las de agosto y 30,5% por encima de las de septiembre de 2019.
Ya los datos de patentamientos del mes habían dado señales. Principalmente, por el efecto de la brecha cambiaria, el mercado interno amortiguó su caída: las 34.705 ventas al público del mes fueron 13% superiores a los de agosto y apenas 3,9% por debajo de los de un año antes, reportó la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA).
Para dimensionar: en agosto, la caída interanual había sido del 31,5 por ciento.
De todas formas, incluso con la producción del mes pasado, la industria sigue a la baja. En nueve meses, acumuló 165.739 unidades, una baja del 31,3 por ciento.
Por su parte, las exportaciones de septiembre, 17.903 vehículos, crecieron 31,6% contra agosto, aunque se retrajeron 17% contra las de un año antes. En el acumulado, las 94.343 unidades enviadas al exterior equivalen a un retroceso del 43,9 por ciento.
En tanto, las ventas mayoristas, desde enero, se contrajeron 28,2%, a 209.044 unidades.
