Una de las puertas de entrada del software tecnológico de Argentina al mundo fue una importante conveniencia cambiaria. Así, tanto las empresas radicadas en el país como las que estaban fuera tenían a favor que el salario en dólares rendía más del doble. Como ningún otro rubro, la Economía del Conocimiento compite a nivel global tanto en recursos humanos como en posibilidades de lograr proyectos. Sin embargo, en 2023 la inflación y las restricciones para ingresar moneda extranjera fueron un dolor de cabeza para las compañías. Así lo señaló el último informe de la Cámara de (CESSI) en octubre de 2024: “En 2023, el principal problema que percibieron las empresas de Software fue la inflación, seguida por los costos salariales”.
Para este año y el que acaba de finalizar, la disponibilidad de recursos calificados, que históricamente fue la principal dificultad que debió enfrentar el sector para crecer, quedó relegada a un tercer lugar entre las preocupaciones de los empresarios. De este modo, hoy la industria se encuentra en una situación bisagra ya que debido a que pasó el boom pospandemia, ya no hay tanta escasez de talento a nivel global, un punto en el que Argentina destaca. Rodolfo Giro, director de Innovación de Interbrain y miembro de la CESSI, explicó que entre otros inconvenientes la inflación impedía no solo hacer presupuestos sino también mantenerlos. Aunque en Argentina era una práctica habitual dejarlos sujeto a la suba de precios, el rubro trabaja para el mundo por lo que no podía hacerse.
De este modo, tanto Giro como Federico Morabito, director de Innovación y Desarrollo Económico de la provincia, sostuvieron que la estabilidad aporta previsibilidad a los proyectos que suelen ser de largo aliento. No obstante, ahora la baja competitividad del dólar podría ser un palo más en la rueda frente a un escenario de mayor crecimiento que el de 2024. Es que si bien la mayoría coincide en que Argentina tiene a favor la reconocida calidad de sus recursos humanos que es lo que ha hecho crecer al rubro, esto podría quedar relegado si los productos nacionales se encarecen en demasía. “El tema cambiario es relevante para nosotros para poder ser competitivos a nivel internacional”, detalló Giro.
En un sector tan globalizado, la Argentina (y Mendoza) es apenas un granito de arena que no mueve la aguja en los grandes vectores como el valor de la hora de trabajo que es fijado por grandes jugadores como la India. El país tiene un par de puntos a favor extra. El primero es que es reconocido por la calidad de su recurso humano por sus buenas universidades, creatividad y alto nivel de inglés, entre otras cualidades. El segundo es que se ubica en la misma franja horaria que Estados Unidos, principal cliente, y también de Europa. Esto no es menor ya que estar a contramano de los clientes dificulta la articulación por más económicos o buenos que sean los servicios en India.
Sin embargo, estas ventajas corren el riesgo de diluirse si el país queda muy caro con relación a sus principales competidores de América Latina. Es que por excelente que sea la gente, si la diferencia de precios es amplia las chances de ser elegidos bajan. Aquí, Colombia se erige hoy como un competidor fuerte debido a que ha tenido un gran crecimiento en su sector de tecnología. En línea, Federico Robbio, cofundador de la fintech Welfi, apuntó que la tecnología seguirá siendo un sector pujante en el país ya que hay empresas que juegan en las primeras ligas. Sin embargo, observó que no es saludable perder tanta competitividad con el tipo de cambio ya que es posible que se pierda terreno contra otros países que poseen buena oferta como México, Perú y Colombia.
