La Mendoza del futuro debe construirse consolidando la visión innovadora, inclusiva y sostenible que ya es marca registrada a nivel país desde hace casi diez años. Mejorar la provincia, implica concentrarnos en una estrategia que impulse el talento local, la equidad en el acceso a la tecnología y el desarrollo de un ecosistema, que nos permita trabajar en corresponsabilidad y colaboración entre los sectores público, privado y académico, algo que Mendoza si bien trabaja como modelo de gestión, debe profundizarse y establecerse casi como protocolo de acción en los ámbitos de la tecnología. El mundo marca horizonte, los países que invierten y acompañan a su sector productivo y a los agentes educativos son los que hoy lideran los procesos, nosotros podemos hacerlo, somos un destino valorado a nivel internacional, debemos ser competitivos con talento e infraestructura, con políticas claras, previsibilidad e innovación permanente.
En este marco, es fundamental fortalecer la educación en tecnología y ciencias para preparar a nuestros jóvenes para el mercado laboral y permitir la reconversión de perfiles que nos posibilite evitar la exclusión de un sector grande de nuestra población. No solo necesitamos capacitación técnica, sino también el desarrollo de habilidades de innovación y resolución de problemas que permitan a nuestra fuerza laboral adaptarse a los desafíos de un mundo en constante evolución. Desde el sector público, debemos fomentar y liderar alianzas con instituciones educativas y el sector privado para crear programas de formación y actualización que no solo capaciten, sino que ayuden a retener el talento en Mendoza; factor clave en un mundo en el cual la búsqueda de talento ya no conoce de fronteras. Frente a esto, Mendoza sigue siendo un lugar privilegiado como oferta de calidad de vida y resulta indispensable cuidar este aspecto entre todos.
Por otro lado, necesitamos seguir trabajando en una infraestructura digital inclusiva que permita a todos los mendocinos, sin importar su ubicación o nivel socioeconómico, acceder a los beneficios de la tecnología. Desde el Estado Provincial se viene ampliando de manera sostenida la conectividad en todo el territorio provincial, sin embargo la articulación con el sector privado resulta indispensable y estratégica para hacer viable el diseño y construcción de la infraestructura necesaria. A esto es indispensable sumar como actor principales a los municipios como socios en el equipo de quienes somos responsables de garantizar la reducción de la brecha digital que puede perjudicar las oportunidades de desarrollo y competitividad de amplios sectores de la población.
Además, el sector público debe liderar la transición hacia una economía verde y sostenible. Mendoza, con su riqueza en recursos naturales, tiene una oportunidad única para implementar tecnologías que no solo fortalezcan nuestra competitividad, sino que también promuevan prácticas sostenibles. En sintonía con esto nos surge como interpelación la necesaria aceleración de procesos para la digitalización plena de todos los servicios de gobierno. Eficiencia, eficacia y sustentabilidad nos urgen como responsables de los manejos estatales, esto es democratización y ejercicio ciudadano.
Finalmente, es esencial construir un ecosistema de innovación basado en la colaboración entre el sector público, el privado y el académico. Desde mi rol de presidenta del Polo TIC quiero expresar que esto se viene haciendo desde el origen del Polo, siendo de las primeras provincias del país en articular las necesidades y realidades de cada uno de estos sectores. Esta trayectoria nos ha permitido construir diagnósticos unificados y fijar, a través de ellos, los ejes de acción que a mediano plazo van a posibilitarnos dar ese salto hacia la Mendoza que queremos. Los tres ejes refieren sobre todo a la internacionalización como proveedores mundiales de servicios y productos, la digitalización acelerada de toso los servicios públicos y privados y la consolidación de Mendoza como referente a nivel regional en el desarrollo innovador. Pedimos al sector privado ser creativo, innovador, con capacidad permanente de adaptación y reinversión, eso mismo debemos asumirlo como horizonte desde la función pública si queremos realmente responder a los desafíos actuales y futuros.