Suárez admite que la economía de Mendoza cayó 16%

El aumento de los contagios obliga a pensar en restricciones, pero el Gobierno sostiene que “si las personas no trabajan, no comen”.

Suárez admite que la economía de Mendoza cayó 16%
El Gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, admitió que con la pandemia la caída real de la economía es del 16%. / José Gutiérrez

Invitado por Amcham Argentina (Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina) a un encuentro virtual, el gobernador Rodolfo Suárez disertó sobre el impacto de la pandemia en las economías regionales y sus posibilidades de recuperación. Durante el evento, el mandatario reconoció “una caída real del PBI mendocino que alcanza el 16%”, aun con la mayoría de las actividades activas desde hace varios meses.

Suárez indicó que “día a día se evalúan nuevas posibilidades para aplanar la curva de contagios”, pero advirtió que “parar totalmente la economía” (como sucedió en marzo, con algunas excepciones), afectaría a muchas personas que si no salen a trabajar, no comen. “Estamos pensando en todos”, aseguró.

En el mismo contexto, el gobernador señaló que se están recibiendo cascos de oxígeno, y trabajando para que no colapse el sistema de salud. Sobre una posible vuelta atrás en las fases de la cuarentena, Rodolfo Suárez reconoció que es una opción que se está considerando, pero a la par se está trabajando en aliviar las terapias, “Se añadirán cascos de oxígeno y se tratará de ampliar la cantidad de camas, pero con un recurso humano que es finito”, señaló.

En el medio, la cantidad de testeos con resultado positivo ya alcanza el 43%, lo que ha obligado al Gobierno a incorporar más laboratorios para realizar pruebas e incorporar nuevos equipos.

La relación con la Nación

El mandatario provincial no evitó hablar de las dificultades que le trae pertenecer a un signo político diferente al que gobierna el país, y aunque aseguró que Mendoza “no es una provincia discriminada”, subrayó que “tampoco está entre las preferidas”.

“A todas las dificultades macroeconómicas que tenemos, producto de muchos gobiernos anteriores, le agregamos la pandemia. Tomamos una estrategia temprana, cerramos el aeropuerto para impedir el ingreso de más casos en Argentina, pero luego comenzamos la apertura de la economía y la sostuvimos en el tiempo, no bajo la grieta de ‘economía o salud’, sino entendiéndolas como una unidad”, apuntó.

Las “estrategias tempranasle trajeron a Suárez las primeras rispideces en la relación con el Gobierno Nacional. El gobernador recordó que al principio, cuando la provincia recibió la negativa de comparar respiradores a Córdoba, hubo una molestia que luego se disipó, en el entendimiento de que era correcto que desde Nación se gestionaran los recursos y se distribuyeran en función del avance de la pandemia.

“Hoy estamos ante el tremendo debate, en Argentina y el mundo, sobre cuál es la mejor estrategia para combatir la pandemia. He dado mis razones al Presidente, y he discutido con él sobre por qué debemos mantener la apertura económica. Si bien el sistema de salud está en una situación crítica, estamos ampliando la capacidad de atención (con hoteles, o recuperación en la residencia, según cada caso, y la complejidad que presente el paciente)”, detalló.

Finalmente, el mandatario señaló que “el pueblo está cansado de las restricciones”, pero al mismo tiempo destacó una reducción en la movilidad de la enfermedad que responde a la conciencia ciudadana. “La certeza que tenemos es que en Mendoza la mayor cantidad de gente que se contagia es joven. No menos del 80% tiene menos de 45 años, y quienes tienen menos de 30 son los que más circulan e incumplen las normas de aislamiento para llevar luego el virus a casa. De esa forma es que afectan a las personas mayores de edad (el promedio de letalidad es de 74 años)”, agregó,

“Además de tener la certeza de que en Mendoza la mayor cantidad de gente que se contagia es joven, sabemos que muy pocas de ellas necesitan ser hospitalizadas. Ante este dilema estamos analizando si seguir con las restricciones por días o actividades. Tenemos que saber que hoy cada acción tiene consecuencias que tienen que ver con la vida y la muerte, y tenemos que apelar al aislamiento voluntario. No podemos saber si vamos a sostener esta situación por siempre, porque las decisiones se toman día a día”, apuntó el mandatario de la provincia.

La cosecha por delante

Suárez recordó que uno de los desafíos que tuvo que afrontar el Gobierno Provincial en marzo pasado, en coordinación con otras provincias, fue el de enviar a los trabajadores que habían venido a participar de la cosecha a sus respectivos lugares de origen. Ahora, la dificultad se dará de forma inversa. Es que en poco tiempo más se requerirán alrededor de 50.000 personas para cosechar, que comenzarán trabajando con el damasco y terminarán con la nuez. Serán varios meses de movilidad interna y de recibir trabajadores de otras provincias, para los que ya se ajustan protocolos, porque la actividad económica debe seguir.

“En Mendoza aun no pagamos el aguinaldo, recién el 15 de septiembre comenzaremos con los pagos (según la escala salarial), y terminaremos a fin de año con los sueldos más altos. Esta caída en la recaudación, y el enorme gasto que significa la pandemia, hace que la provincia se resienta”, cerró el mandatario.

Una puerta abierta a la minería en la provincia

El gobernador reflexionó sobre el clima social anterior a la pandemia durante su exposición en el evento organizado este martes por Amcham Argentina. Suárez recordó que durante la campaña manifestó en diversas oportunidades que pretendía impulsar una reforma a la ley 7.722 que permitiera la minería metalífera y sumara un programa de inversión para cuidar el agua, pero la sociedad mendocina se opuso firmemente cuando eso sucedió.

“A los pocos días de asumir se derogó una ley que a mi entender impide el desarrollo minero en la provincia, por una ley moderna, pensada en base a la sustentabilidad de la industria, pero hubo una campaña en la que se enfrentó al agua, un recurso que queríamos gestionar, frente al cianuro”, recordó. Así, el gobernador aseguró que la minería metalífera en Mendoza es un tema cerrado. “Priorizamos la paz social, y tuvimos que derogar la ley”, apuntó.

No obstante, el mandatario hizo referencia a un proyecto que sí se puede encarar, porque tiene que ver con las sales de potasio (minería no metalífera). Se trata de la explotación del yacimiento ubicado en el extremo sur de Mendoza en Malargüe que está en manos de la minera brasileña Vale.

“Estamos en conversaciones para recuperar Vale”, señaló el mandatario. Es que el contrato de traspaso del yacimiento está en fase de “auditoría” y se espera que para este mes Mendoza pueda disponer del yacimiento. Se prevé la extracción de 200 mil toneladas de potasio, con una inversión de 200 millones de dólares. Se usaría el 80% de la infraestructura ya existente para ponerlo en marcha. La empresa china Shanghai Potash estaría interesada en hacerse cargo del proyecto.

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